Hace unos días, cuando me dirigía al gimnasio, me percaté del gran revuelo que se había montado en la plaza de Oporto. Decenas de personas se agolpaban a modo de protesta, pero no sabía muy bien por qué. Cuando me giré, vi carteles protestando contra el cierre del C.O. Magerit. Es más, según pude leer, los trabajadores de ese centro se mostraban en desacuerdo con Esperanza Aguirre, que era a quien se dedicaba la mayoría de los carteles, con un encierro en ese lugar. Seguí la marcha un poco confuso, pues no tenía ni idea de lo que ocurría.
Después, entré en Internet y me empapé de la historia. El pasado 9 de marzo, el Gobierno de Esperanza Aguirre anunció de forma unilateral (algo que le gusta bastante a la “lideresa”) el cierre del Centro Ocupacional de discapacitados Magerit, situado en la glorieta de Oporto, junto a otros dos centros de la Comunidad de Madrid, en virtud de la Resolución 1185/2011.
Según los trabajadores, la desaparición de este recurso obliga al traslado forzoso de 150 personas con discapacidad intelectual a otro centro, alterando así sus hábitos, su rutina... además de la movilización también de los 55 trabajadores del centro.
Trabajadores encerrados en el centro |
La Comunidad justifica el cierre alegando que hay que hacer obras en las instalaciones, pero esto supone la separación de los usuarios, el traslado de los trabajadores y, además, ni se concreta cuándo se terminarán estos trabajos de reforma ni se especifica si una vez que se concluyan, el centro volverá a reabrirse con la misma función o si se agrupará de nuevo a las personas que asisten actualmente. Y es que, la duda de estos usuarios es muy a tener en cuenta, pues este amplio centro se encuentra situado en la calle General Ricardos, esquina con Oca, es decir, un bonito emplazamiento para que la Comunidad de Madrid pueda especular con el suelo.
Por tanto, los trabajadores y los padres de los usuarios piden a la Comunidad que asegure que se mantendrá el espacio como centro para estas personas, de carácter social y PÚBLICO y que regresarán lo antes posible.
Pancartas en contra del cierre del centro |
En respuesta, el Gobierno de Esperanza Aguirre no hizo más que anunciarles el traslado forzoso e indefinido de las instalaciones. Pero los padres y los trabajadores no cedieron, y decidieron encerrarse en el Centro. Y desde entonces, duermen y viven dentro de las instalaciones. No han cedido a las pretensiones de Esperanza Aguirre y han montado una Plataforma para todas aquellas personas afectadas por esta injusta resolución.
Las personas encerradas, tienen la intención de mantener el encierro hasta que el Servicio Regional de Bienestar Social garantice el mantenimiento del servicio y la vuelta de los usuarios y el personal en el momento en que finalicen las obras. Además, los pocos alumnos que han asistido al nuevo centro provisional, situado en la antigua Residencia de Carabanchel (cabe destacar que la mayoría de padres se han negado a llevarlos allí), están sin hacer nada, sin ubicación definida y a la mayoría se les ha colocado en la capilla del centro, ya que no tienen otro sitio donde ubicarlos ni material con el que trabajar. Tampoco se ha dado ninguna instrucción a la dirección del centro con respecto al personal trasladado, por lo que se está viviendo una situación bastante caótica.
Cabeza de la manifestación del 30 de marzo |
Así que, además del encierro no han dejado de montar manifestaciones y actos de protesta en contra de esta resolución. De hecho, cada vez son más los apoyos que reciben, y ayer se celebró la manifestación hasta ahora más multitudinaria, que transcurrió entre la Glorieta de Marqués de Vadillo y la de Oporto, concluyendo junto a las puertas del C.O. Magerit donde siguen encerrados padres y trabajadores desde hace 22 días.
A esta manifestación acudieron más de 1.500 personas, un gran éxito si se tiene en cuenta que la consejera de Familia y Asuntos Sociales, Engracia Hidalgo, afirma que sólo son 30 las familias disconformes. Además, más de 11.000 firmas, recogidas en la puerta de los centros afectados, avalan también la oposición de los madrileños.
A esta manifestación acudieron más de 1.500 personas, un gran éxito si se tiene en cuenta que la consejera de Familia y Asuntos Sociales, Engracia Hidalgo, afirma que sólo son 30 las familias disconformes. Además, más de 11.000 firmas, recogidas en la puerta de los centros afectados, avalan también la oposición de los madrileños.
Manifestación del 30 de marzo |
Y es que los afectados no piden mucho, sólo un estudio técnico de las edificaciones, la búsqueda de centros alternativos donde se pueda trasladar a todos los usuarios y profesionales juntos para que puedan recibir las mismas atenciones y servicios (sin hacinamiento y falta de medios como ocurre ahora en los centros donde han sido trasladados) y compromisos y plazos por parte de la Consejería para el retorno de los usuarios al centro de origen cuanto antes.
Sin duda, estas reivindicaciones deberían ser perfectamente asumibles por la Consejería, salvo que existan otro tipo de intereses, como, por ejemplo, el de recortar los servicios públicos. Pero los afectados no van a ceder. Y advierten que si el Gobierno de Aguirre no da soluciones de forma inminente, convocarán una nueva manifestación en la Puerta del Sol dentro de dos semanas.
Comunicado leído al final de la manifestación de ayer