Adeudan
256 millones de euros a las comunidades de propietarios de toda España, un 16%
total de la deuda que atesoran
Los daños
colaterales de la crisis se multiplican. Las últimas quejas surgen ahora de las
comunidades de vecinos, que ven impasibles cómo las entidades bancarias y las
promotoras inmobiliarias no hacen frente a la cuota que han de pagar por ser
dueñas de decenas de viviendas, en algunos edificios, de hasta más del 10%. “Las
entidades tienen que pagar lo que le corresponde, pero están haciéndolo con
bastante retraso y utilizando artimañas para evadir la ley”, explica Juan
Garrido, administrador de fincas de Ruiz Muñoz, Abogados y Asesores de Empresa
de Madrid. Y es que al moroso tradicional y al que la crisis ha convertido en
moroso por la fuerza, se suma este tercer perfil. Se estima que las entidades
financieras adeudan
256 millones de euros a las comunidades de vecinos, el 16% de la deuda
total que, en 2012, ha superado los 1.500 millones de euros. De esta cifra, el
30% corresponde también a empresas promotoras.
Cuando un banco se queda
con una vivienda, ya sea por entrega del propietario o por ejecución de un
desahucio, “demoran al máximo su inscripción en el registro de la propiedad
para que sea costoso emprender acciones legales por impago”, explica Garrido.
Además, las entidades financieras no afrontan directamente estos pagos, sino
que lo hacen a través de gestoras, por tanto, cualquier reclamación se demora
mucho en el tiempo por todo el proceso burocrático que conlleva.
Otro problema similar
ocurre con las famosas derramas que muchas comunidades de vecinos deben
afrontar para sufragar gastos puntuales. “Hay bloques donde las entidades
tienen hasta el 25% del inmueble, por ello si no pagan es imposible conseguir
el dinero necesario”, añade Garrido. Y cuando consigues que entreguen el dinero
que les corresponde lo hacen tarde y mal. Esto está repercutiendo en que los
administradores tengan que aplicar duros recortes también en los edificios.
“Trabajo con una comunidad de vecinos que lleva tres años sin calefacción
porque no pueden afrontar el pago del gasoil”, reconoce Garrido.
Por ello, al deterioro
de la convivencia que supone la creciente morosidad en las comunidades de
propietarios, que lleva en muchos casos a que el resto de vecinos tenga que
asumir las deudas o a que se reduzcan los servicios que presta la comunidad por
estos impagos, ahora hay que contar con lo difícil que resulta poder reclamar
por la subida exponencial de las tasas judiciales. Hasta ahora, reclamar este
tipo de adeudos era gratuito, pero con la última reforma del ministro de
Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, se pagan 100 euros cuando la deuda
a reclamar supera los 2.000 euros. El Colegio de Administradores de Fincas
denuncia que estas regulaciones contribuyen al aumento de la morosidad,
especialmente por parte de bancos y promotoras, pues saben que muchas
comunidades de propietarios no pueden siquiera afrontar estas tasas.
Aun así, la ciudad de
Córdoba, según el Colegio de Administradores de Fincas de la ciudad, todavía se
salva un poco de esta situación. Desde allí, informan que se está muy encima de
las entidades bancarias y que más o menos llevan sus pagos al día. Según los
datos oficiales, en
Córdoba la deuda asciende a cuatro millones de euros. Concretamente, las
zonas costeras y las afueras de las grandes ciudades son las áreas que más
están sufriendo esta nueva problemática, pues es allí donde los bancos son
dueños de gran parte de las viviendas. En la mayoría de los casos, esos pisos
no proceden de desahucios a particulares, sino de daciones en pago de
promotores inmobiliarios que no pueden afrontar los pagos porque no consiguen
vender las viviendas. De hecho, hace unos días se publicó que las entidades
financieras debían a las comunidades de propietarios de Málaga más de 9
millones de euros o más de siete a las de Cádiz.
En conclusión, los
bancos, que se muestran tan duros con las familias hipotecadas, son muy poco
diligentes cuando se trata de pagar sus propias deudas. A poca gente creo que
esto le sorprenda. Con más de medio millón de desahucios ejecutados, la
situación se agrava. Los bancos no pagan y las comunidades de vecinos se
arruinan. Todo es parte de un círculo vicioso que está llevando a nuestra
economía a pique. Mientras tanto, en nuestro país hay, con cifras en la mano,
3,1 millones de viviendas vacías. Eso, según los datos del censo de 2001. Según
Garrido, que afirma que los datos del censo de 2011 se publicarán en unos
meses, esta cifra podría superar en la actualidad los seis millones. Y mientras
tanto, miles de personas viven en la calle. País de pandereta.
Publicado en Micronopio
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