Durante años, medios generalistas españoles se han encargado de analizar con lupa la supuesta falta de libertad de expresión en Venezuela. ¿Así sin más?
Ayer murió Hugo Chávez. Hoy, los
medios de la derecha más recalcitrante hacen su particular agosto a base de
portadas amarillistas y tertulianos atroces. Pero, como bien afirma Pascual
Serrano en eldiario.es, “los trece años de presidencia de Hugo Chávez en
Venezuela y el desarrollo de la revolución bolivariana pasarán a la historia
como el mayor fenómeno político mundial del que más cosas han contado los
medios de comunicación para, paradójicamente, desinformar de la realidad”. No
me voy a centrar en datos. Datos tan escandalosos como que mientras que en
España permitíamos que el 21,1%
de la población cayera por debajo del umbral de la pobreza o amparábamos
con nuestro apoyo a “gobiernos demócratas” que la pobreza
infantil se disparara un 45%, Hugo
Chávez consiguió que la pobreza se redujera un 50% en Venezuela, lo que dio
lugar a que cinco millones de venezolanos dejaran de ser pobres, tal y como
reconoce la ONU.
Pero no, esos datos los podéis ver y
analizar en el completo artículo de Pascual Serrano. Quería centrarme
concretamente en esa censura y en la falta de libertad de expresión que muchos
medios españoles, algunos tan manipuladores como La Razón o Intereconomía,
atribuyeron y atribuyen constantemente al gobierno de Chávez.
El 1 de agosto de 2009, la Comisión
Nacional de Telecomunicaciones de Venezuela (Conatel) retiró la frecuencia a 34
emisoras de radio y televisión. Un día después, Reporteros Sin Fronteras (RSF)
publicó un comunicado denunciando el cierre de estos medios “por
capricho gubernamental”. Y añadía: “¿Acaso
todavía está prohibido emitir públicamente la menor crítica hacia el gobierno
bolivariano? Este cierre masivo de medios de oposición, peligrosa para el
porvenir del debate democrático, sólo obedece a la voluntad gubernamental de
callar las voces discrepantes, y sólo agravará las divisiones en el seno de la
sociedad venezolana”. Es decir, para RSF este cierre –o la no renovación de licencias-
no sería más que un acto político más de la supuesta agenda chavista para
acallar las críticas de la oposición. Esto es lo que vendieron los grandes
medios de comunicación mundiales, controlados por muy pocas manos y todavía
menos agencias. Porque, como ya publiqué en mi último artículo, Fox
News, Time Warner, Disney, Sony, Bertelsmann, Viacon y General Electrico
controlan el 70% de los medios de comunicación mundiales y las agencias de
noticias de Associated Press, France Press, Reuters y DPA controlan el 90% de
la información mundial, por lo que solo ellas deciden qué es noticia y qué no
lo es. Como ven, grandioso ejemplo de libertad de expresión.
Sin
embargo, ese pequeño detalle no lo menciona la ONG francesa, al igual que
tampoco explican que la decisión de Conatel se habría tomado igual en cualquier
país del mundo. Varias de las emisoras
de radio cerradas ignoraron una citación de la Comisión destinada a averiguar
el estado de la concesión y a actualizar su situación. Es más, tras una investigación,
la Conatel descubrió numerosas irregularidades, tales como la existencia de
concesionarios fallecidos cuya licencia era utilizada por una tercera pesona,
la no renovación de los trámites administrativos obligatorios o, simplemente,
la ausencia de autorización para emitir1. Y la ley venezolana,
similar a la del resto del mundo, estipula que los medios que no renueven su
concesión de licencia en el plazo legal o que emitan sin autorización “perderán
su frecuencia y ésta volverá al ámbito público”. Es por esto que treinta y
cuatro emisoras que emitían ilegalmente perdieron su concesión.
Pero, ¿es verdad que el Gobierno de Chávez controla
todos los medios de comunicación venezolanos? ¿Es cierto que no hay medios opositores y que se persigue a cualquier
iniciativa mediática de carácter privado? Aquí los datos: La memoria y cuenta
del Ministerio de Información (Minci) de 2011 refiere que en el país existen
938 radios y televisiones autorizadas. Del total, indica que el 70.36% son
privadas, el 25,05% son comunitarias –medios sin ánimo de lucro y gestionados
por un colectivo o asociación- y el 4,58% son medios públicos, controlados por
el Gobierno. Como se puede comprobar, se persiguen tanto los medios privados
que “solo” el 70% de ellos lo son. Además, cabe destacar que el conjunto de
medios privados venezolanos está concentrado en manos de 32 familias2.
Asimismo,
el Gobierno de Chávez permitía que canales tan radicales como Globovisión, que
incluso defiende abiertamente dar un golpe de Estado en el país, ya no solo
cuando participó activamente en el intento de golpe de estado de 2002, sino
también en
los últimos meses cuando el presidente venezolano intentaba recuperarse del
cáncer que le ha producido la muerte. Es más, en aquel infructuoso golpe, apoyado también por el
presidente José María Aznar, Globovisión apoyó el sabotaje petrolero, pidió
a los contribuyentes que no pagaran impuestos y llamó a la insurrección y al
asesinato del presidente Chávez.
Es más,
este canal también defendió
el golpe de Estado en Honduras que acabó con el presidente democrático José
Manuel Zelaya y unánimemente condenado por la comunidad internacional. Sin
embargo, hoy en día, Globovisión sigue emitiendo sin problemas en Venezuela.
¿Y en España?
Por otro
lado, nuestro democrático país donde, por ejemplo, el jefe de Estado no ha
superado ninguna elección –Chávez se presentó a dieciséis y ganó quince- y fue
elegido por el dedo de un dictador, ejerce la censura como le parece. Pondré
varios ejemplos.
El primero
y más chirriante es el cierre en 1998
del diario Egin, en Euskal Herria. Durante años, este periódico fue acusado
de estar al servicio de la organización terrorista ETA, siendo marginado
económicamente por las instituciones oficiales. Clausurado en 1998 por orden
del democrático juez Baltasar Garzón, no fue hasta el años 2009 que los
Tribunales resolvieron contrariamente a la anterior resolución, declarando que
su actividad no era ilícita, pero, debido al tiempo transcurrido no fue posible
reabrir ni el periódico ni la radio.
El segundo
caso, casualmente, también se dio en Euskal Herria. En 2003, una orden de la
Audiencia Nacional ordenó el cierre de
Euskaldunon Egunkaria, el único diario que, desde 1990, publicaba
íntegramente en euskera. Aunque su línea editorial no tenía un sesgo político
claro, el juez Juan del Olmo ordenó su cierre y encausó a cinco directivos del
medio por su pertenencia a la organización de ETA. Se cerró el periódico y
todos sus bienes fueron embargados por seis meses, pues la sentencia era “de
carácter preventivo y temporal”. Los siguientes meses y años transcurren con
sucesivas prórrogas de seis meses de clausura de Egunkaria y con constantes
recursos por parte de la defensa que fueron desestimados.
Casualmente,
y tras mucho pelear, el 12 de abril de 2010, siete años después de su clausura,
la Audiencia Nacional absolvió a los cinco directivos del medio porque no se
podía acreditar “ni directa ni indirectamente que el periódico haya defendido
los postulados de la banda terrorista, haya publicado un solo artículo a favor
del terrorismo o de los terroristas ni que su línea editorial tuviera siquiera
un sesgo político determinado”. Sin embargo, al igual que ocurrió con Egin, fue
imposible ponerlo en marcha de nuevo.
Por otro
lado, los amigos de TeleK, Canal 33 o
iSolidaria TV saben muy bien qué significa esto de la censura previa
impuesta por la supuesta democracia de nuestro país. En 2005, Esperanza Aguirre
adjudicó las licencias de televisión digital terrestre sin
pedir el informe preceptivo al Consejo Audiovisual de la región, tal y como
exige la ley. A cambio, el Gobierno de Esperanza Aguirre repartió las emisoras de
TDT de Madrid entre
grupos de comunicación y empresarios afines del PP. De 30 licencias, la
Iglesia Católica obtuvo cinco y cuatro el periodista Federico Jiménez Losantos,
que pudo montar su emisora de EsRadio. Otras cuatro fueron a manos de Antena3 y
Blas Herrero de Kiss FM recibió dos. El Mundo e Intereconomía recibieron una
cada uno y Enrique Cerezo, el presidente del Atlético de Madrid, se llevó diez.
El empresario y productor José Frade se llevó las tres restantes.
Sin
embargo, canales locales como Localia o la famosa TeleK de Vallecas, una de las
televisiones locales más antiguas de Madrid y que emite ininterrumpidamente
desde 1992, no recibieron licencia alguna. Aun así, la tele vallecana decidió
mantener sus emisiones y finalmente el Senado le concedió esa licencia en el
canal 30 de la TDT. Pero claro, esta decisión no gustó a la Comunidad de Madrid
que siguió peleando por la ilegalización de este canal. Tanto que, en mayo del
pasado año, mandó un ultimátum a TeleK y a otros dos canales de marcada
ideología de izquierdas, Canal 33 y iSolidaridad TV: O
cierran inmediatamente o serán multados con 30.000 euros diarios. Finalmente,
gracias al apoyo masivo pudieron superar también esta amenaza gubernamental. Todo
ello sin olvidar, por ejemplo, el
secuestro en 2007 de El Jueves por publicar una caricatura de los príncipes
de España. Casualmente, fue el juez del Olmo, el mismo que ordenó el cierre de
Egunkaria, quien ordenó la retirada de la revista de los kioscos de todo el
país.
Lógicamente, Chávez cometió muchos errores, pero no era el demonio que los medios intentan hacernos creer. Como ven, en España ocurren cosas más graves, pero esos mismos medios nos las venden como lógicas y normales. Y seguimos siendo un país democrático y ejemplar. Comparen: Felipe González estuvo en el poder 14 años (1982-1996) y solo ganó tres elecciones. Chávez ha estado trece años en el poder y ha ganado quince comicios y referendums, tanto para seguir gobernando como para poder aplicar sus políticas. Aquí, el PP incumple todo su programa electoral y no pasa nada. Pero somos democracia. No tengo mucho más que añadir. Juzguen ustedes mismos y saquen sus propias conclusiones.
Lógicamente, Chávez cometió muchos errores, pero no era el demonio que los medios intentan hacernos creer. Como ven, en España ocurren cosas más graves, pero esos mismos medios nos las venden como lógicas y normales. Y seguimos siendo un país democrático y ejemplar. Comparen: Felipe González estuvo en el poder 14 años (1982-1996) y solo ganó tres elecciones. Chávez ha estado trece años en el poder y ha ganado quince comicios y referendums, tanto para seguir gobernando como para poder aplicar sus políticas. Aquí, el PP incumple todo su programa electoral y no pasa nada. Pero somos democracia. No tengo mucho más que añadir. Juzguen ustedes mismos y saquen sus propias conclusiones.
- Hugo Chávez y los medios de comunicación privados, Salim Lamrani en Rebelion.org
- Thierry Deronne, «Au Venezuela, la bataille populaire pour démocratiser le ‘latifundio’ des ondes», 2 de agosto de 2009. En español: La batalla popular para democratizar el latifundio de las ondas ; Agencia Bolivariana de Noticias , «Medida de Conatel no afectará libertad de expresión e información en Venezuela», 4 de agosto de 2009.
2 comentarios:
¿Cuánto tardarán el censurar tu blog?
Muy bueno este articulo. los "grandes medios de comunicacion", (para mi aunque se consideran grandes sus mentes pobres son del tamaño de un cucurucho) finacieramente poderosas escdriben lo que les conviene y dictan lo que deve ser escrito o no. hasta cuando los periodistas de estos medios son censurados o se auto cennsuran? Hay datos en relatorios interncaionales que son muy valiosos pero no son capaces de valorar esos datos.
Este articulo deve ser publicado en todas las redes sociales existentes porque muchas informaciones aqui expuestas se desconocen por millones de personas.
Publicar un comentario