Decenas
de teorías conspiratorias envuelven al Club Bilderberg, pero lo único que se
sabe a ciencia cierta es que una vez al año los empresarios, banqueros y
políticos más influyentes del mundo capitalista se reúnen para diseñar las
líneas estratégicas que marcarán el devenir de nuestras vidas
“No somos secretos, somos privados”.
Desde 1954, la elite financiera, política y empresarial se reúne anualmente
para marcar las pautas que el mundo capitalista habrá de seguir durante los meses
venideros. Apenas hay información acerca de lo que se habla en estas reuniones.
Un amplísimo dispositivo de seguridad protege a los 140 o 150 mandamases que se
reúnen para decidir sobre nuestras vidas. No han sido elegidos por las urnas.
No son demócratas. Es la aristocracia del siglo XXI. Los multimillonarios. Los
que mueven los hilos. Es el Club Bilderberg.
El
origen
El 29 y 30 de mayo de 1954, el Hotel
Bilderberg, situado en Oosterbeek (Holanda), acogió una importante reunión,
propuesta por el consejero político polaco Jozéf Retinger y promovida por el
príncipe neerlandés Bernardo de Lippe-Biesterfeld. El
objetivo de aquel encuentro era debatir acerca del antiamericanismo que estaba
causando el Plan Marshall en Europa y para ello se reunieron dos líderes
europeos por cada país, uno conservador y otro progresista. El éxito de ese
primer encuentro animó a los organizadores a preparar un encuentro anual, ya no
solo para debatir sobre los problemas del mundo, sino para establecer una red
de contactos entre los personajes más importantes del bloque occidental o, en
definitiva, del mundo capitalista. De hecho, el propósito declarado de aquel
primigenio Club Bilderberg era hacer un nudo “alrededor de una línea política
común entre Estados Unidos y Europa en oposición a Rusia y al comunismo”.
En la actualidad
Desde 1954 hasta hoy el mundo ha
cambiado considerablemente. Cayó el Muro de Berlín, el comunismo perdió la
batalla y el capitalismo campó a sus anchas, imponiendo sus políticas
económicas en prácticamente todo el mundo. Sin embargo, el Club Bilderberg no
desapareció. Y aunque hoy día es mucho menos importante, esta reunión anual
sigue marcando el devenir del mundo occidental. “No es el ojo que todo lo ve,
no es un órgano decisorio, más bien es un encuentro donde se vierten las
decisiones que se han tomado previamente a niveles financieros muy oligárquicos
para que sean puestas en marcha”, explica el periodista lituano Daniel Estulin, experto en el Club Bilderberg y autor de varios controvertidos libros
sobre el tema.
Las decisiones las toma la Troika financiera
(Banco Mundial, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) junto a
las grandes multinacionales, los verdaderos poderosos y multimillonarios. El
Club Bilderberg solo sirve para reunir a los políticos que habrán de poner en
marcha estos designios y a los medios de comunicación que tendrán que
mantenerse en silencio para que los planes de esta oligarquía financiera sigan
adelante. “Los grandes medios de comunicación nunca han representado a nadie
más que a ellos mismos”, añade Estulin. “Por eso mismo la gente apenas conoce
nada sobre este grupo y sus intenciones, porque los grandes medios, que son
quienes controlan la información que fluye en todo el mundo, están dentro del
entramado”, afirma. Ante todo, destaca el hecho de que sea la Troika la que
marque las pautas a seguir a todos los Estados. “Esta gente, no elegida por
nadie, es quien dice al ministro de Economía qué se ha de hacer y cómo tiene
que reorganizar la economía de su país, supuestamente independiente”, remarca.
“Los Estados se han convertido en meros protectorados del poder financiero”,
concluye.
El
último encuentro
Del 6 al 9 de junio, el condado de
Hertfordshire, al norte de Londres (Reino Unido), acogió el último encuentro
privado del Club Bilderberg. Según publicaron algunos medios como El
Confidencial Digital, se debatió acerca de cómo evitar otra burbuja
inmobiliaria, cómo lograr que Gran Bretaña no abandone la Unión Europea o cómo
acabar con las armas nucleares en Irán y desestabilizarlo. Asimismo, aseguran
que debatieron sobre el crecimiento económico de China y, en consecuencia, del BRIC (Brasil, Rusia,
India, China) con el objetivo, afirman, de encontrar fórmulas para frenar su
expansión. Por último, otro tema clave fue el de la seguridad alimentaria, un
tema del que surgen miles de teorías conspiratorias como comentaré más
adelante.
A esta reunión acudieron 150 personas
del mundo de la política, la empresa y los medios de comunicación. Por España
acudió el Ministro de Economía, Luis De Guindos; el presidente del Grupo
Inditex, Pablo Isla y el presidente ejecutivo del Grupo PRISA, Juan Luis
Cebrián. “Normalmente, Estados Unidos aporta un tercio de los representantes,
países como Francia, Alemania o Gran Bretaña, ocho o nueve delegados cada uno,
mientras que Estados más pequeños como España o Portugal, no más de tres o
cuatro”, explica Estulin. Asimismo, este año destacó la presencia de los CEO de
Google, Microsoft o Apple, ya no solo como las multinacionales de las TIC,
“sino como elemento clave del aparato de control y de espionaje
estadounidense”, asegura Estulin.
En líneas generales, el objetivo de
este encuentro es seguir impulsando las medidas que pusieron en marcha tras el
estallido de la burbuja inmobiliaria. “Están reorganizando la economía mundial,
pasando la deuda impagable de las empresas y el sector financiero a los
gobiernos”, añade. Es decir, reconvierten la deuda privada en deuda pública
para asfixiar a los Estados y obligar a los ciudadanos a pagar a base de más
impuestos y menos servicios: de ahí se entienden los graves recortes en Sanidad
(35,6%
menos de presupuesto para el año que viene en España) o en Educación. Ya no
hay Estados libres.
Aun así, el Club Bilderberg no es una
más de las múltiples reuniones anuales que se celebran sin que los ciudadanos
sepan realmente de qué se habla. Nunca se cuenta todo. Ni de las cumbres del
G8, ni del G20, ni de la asamblea del Foro Económico Mundial en Davos ni de las
reuniones del Banco Mundial. Todo es secreto y los medios de comunicación están
totalmente vendidos a este poder oligárquico. “Si no acatas las decisiones que
se toman en estos foros, nadie te va a matar, pero destrozarán tu país o tu
empresa en pocas horas. Emitirán un rating muy negativo que afectará a los
porcentajes de deuda, lanzarán rumores falsos por las redes sociales que se
expandirán por todo el mundo… Todo vale. Siempre ganan”, asegura Estulin.
Teorías
conspiratorias
El propio secretismo de las reuniones
del Club Bilderberg da pie a que surjan a su alrededor decenas de teorías
conspiratorias. Sin duda, la más extendida es la que asegura que uno de los
objetivos del selecto grupo aristócrata es acabar con gran parte de la población
mundial para poder asegurar la alimentación y el bienestar de sus
descendientes. Quizá suena a película de
ciencia ficción, pero de lo que no cabe duda es de que la población mundial se
ha disparado en los últimos dos siglos, pasando de los 1.000 millones de
personas en el año 1800 a los más de 7.000 millones que hay actualmente.
“Buscan destrozar la economía mundial para poder reducir la población, por eso
quieren frenar a los BRIC”, aseguran algunos expertos.
Rocambolesco o no, el ex militar y político
estadounidense Jessy Ventura trató esta cuestión en su programa Conspiracy Theory. Según los expertos
que intervienen en el documental, el Club Birderberg se encarga de establecer
los precios del petróleo, de dirigir los vaivenes de la economía e incluso de
poner y quitar presidentes.
En el documental, Jessy Ventura
entrevista a Jim
Tucker, periodista americano experto en el Club Bilderberg, catalogado como
el “cazador” de los pesos pesados que participan en esta reunión. En el propio
vídeo se ve como un coche persigue a gran velocidad al vehículo de Tucker
después de haber estado observando en los alrededores de una reunión del
Bilderberg. El periodista americano decía que era algo normal y que habían
intentado “quitarle la vida” en varias ocasiones. Paradójicamente, Tucker ha
muerto este año, un mes antes de celebrarse el encuentro del Club Bilderberg en
Reino Unido. Según su obituario,
Tucker murió “por complicaciones tras una caída”. Su última entrevista, que
solo publican algunos medios libres de Estados Unidos, fue grabada tres días antes de su muerte.
“Su objetivo es acabar con el 80% de la
población mundial para controlar totalmente a la Humanidad”, afirma Alex Jones,
activista opositor al Club. “Para ello, envenenan el suministro mundial de
alimentos, por eso, últimamente se han dado tantas hambrunas, plagas y
enfermedades (gripe porcina, aviar) que han aparecido desde la nada”, asegura.
“Buscan atacar el sistema inmunológico atacando químicamente a la bebida y a la
comida”, concluye.
Para intentar confirmar estas teorías,
Jessy Ventura entrevista al doctor Stanley Monteith y a la doctora Rima Laibow.
El primero es presentador de radio y cirujano retirado. “Están poniendo veneno
en nuestros alimentos”, asegura. Entre estos químicos, destaca el aspartamo, un edulcorante no
calórico, cuyo monopolio está en manos de la compañía química Monsanto que, a
su vez, tiene el monopolio de la mayoría de las semillas que se plantan en el
mundo e impulsora de los controvertidos alimentos transgénicos.
Como bien recoge el
artículo de megustaestarbien.com, el aspartamo se encuentra prácticamente
en todos los alimentos procesados, desde gaseosa hasta precocinados. Incluso
jarabes y diversos medicamentos contienen este químico. Pese a su “seguridad oficial” (u
oficiosa) siguen saliendo estudios que relacionan su consumo con el
aumento en el riesgo de padecer cáncer y efectos nocivos en embarazadas. En su
día el aspartamo tardó más de 16 años en lograr su aprobación por denuncias por
fraude. Y solo lo logró cuando el lobby que comercializa el aspartamo nombró a Michael R. Taylor, abogado de Monsanto, presidente
de la FDA (Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos).
Por otro lado, la doctora Rima Libow, directora médica de la Fundación
Soluciones Naturales, graduada en el Albert Einstein College of Medicine,
asegura que desde el lobby farmacéutico se están creando vacunas que potencian
la esterilidad a través del escualeno, un compuesto orgánico que se usa en vacunas tan comunes
como la de la gripe. Según la Organización Mundial de la Salud, el uso de
escualeno no produce ningún efecto indeseable que haya podido ser identificado,
sin embargo, todavía hay expertos que achacan el aumento de algunas enfermedades
peligrosas a este tipo de manipulaciones médicas.
Verdad o no, de lo que no cabe duda es de que hay un halo de misterio
detrás del Club Bilderberg. Quizá estas teorías conspiratorias sean exageradas,
pero está claro que anualmente la oligarquía económica se reúne con gran
privacidad para informar a políticos y medios de comunicación del mundo
capitalista sobre la hoja de ruta que han de seguir. A partir de ahí, saquen
sus propias conclusiones.
Artículo publicado en Melior.is
Artículo publicado en Melior.is
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