El Consejo de Ministros aprueba
una ley que convierte al ciudadano que proteste en enemigo. Hasta la UE se ha
posicionado en contra
Me sorprende que ningún liberal de los de golpe en pecho, pulsera
rojigualda y polo Lacoste o Ralph Lauren haya puesto el grito en el cielo ante
el atentado a la libertad que supone la nueva Ley de Seguridad Ciudadana
aprobada hace unos días por el Consejo de Ministros. Parece ser que a esos
defensores a ultranza del individualismo y la libertad no les preocupa lo más
mínimo que el Estado considere enemigos y criminales a todos aquellos que
disientan de sus decisiones. Tampoco les importa que el comisario de Derechos
Humanos del Consejo de Europa, de esa Unión Europea que tanto defienden, el
letón Nils Muiznieks, haya considerado esta ley como “altamente problemática” y haya manifestado estar “muy
preocupado por las altas multas propuestas” y por la “interpretación
arbitraria” que puede acarrear esta nueva legislación. Tampoco les preocupa, a
estos adalides de la libertad, que la Organización
para la Seguridad y Cooperación Europea (OSCE) haya incluido a España en su lista negra de “países con libertades restringidas”, acompañada por países como Serbia, Bosnia, Bulgaria,
Albania, Azerbaiyán, Uzbekistán o Rusia. ¿Saben por qué? Porque estos liberales
siempre han defendido su libertad por encima de la del resto. Ah, y porque en
verdad odian a quien piensa diferente.
Ahora, esta ley mordaza,
del miedo, será llevada al Parlamento y todos esos parlamentarios ‘culogordos’,
vividores, darán al botoncito del sí. Y con ese acto, y su mayoría absoluta por
bandera, España volverá a los negros años 60, cuando salir a la calle a
protestar estaba castigado con tortura, represión y cárcel. Pero además, el
Tribunal Constitucional, con un paisano mío al frente, el señor Francisco Pérez
de los Cobos, no cuestionará ni un ápice de la ley. ¿Y saben por qué? Porque
este señor, el tal Pérez de los Cobos, es lo más anticonstitucional que hay.
Más que nada porque ha estado afiliado y ha trabajado durante años para el
Partido Popular, incluso formando parte de este alto Tribunal, a pesar de que
la normativa vigente lo prohíbe. Pero no pasa nada. Se presentó un recurso en
su contra, pidiendo su dimisión, y lógicamente, con la mayoría conservadora en el TC, no salió
adelante. Es decir, la supuesta
imparcialidad y objetividad de la Justicia se ha ido al garete. En verdad,
siempre se juzgó en consonancia con el partido gobernante, pero ahora ya ni se
esconden.
¿Y por qué esta Ley? Para
cubrirse las espaldas. Para sentirse protegidos de los ciudadanos a los que
supuestamente dicen servir. Porque, si los políticos están al servicio de la
sociedad, ¿por qué no legislan en consonancia a los problemas que de verdad
preocupan? Según los datos publicados por el CIS en su barómetro de noviembre, el paro
es citado como uno de los tres principales problemas por el 77,7 por ciento de
los españoles, seguido de la corrupción, con el 31,8 y los
problemas económicos con el 31,1. En
noviembre aumentó también la inquietud que provocan los políticos y los
partidos, mencionados por un 29,7 por ciento de los españoles. En quinto lugar
los ciudadanos citan a la sanidad -13 por ciento- y la educación, que escala hasta
el 11,8%. Sin embargo, la “inseguridad ciudadana” está en los últimos lugares y
solo preocupa a ellos, es decir, al 1,7%, tras haber caído casi un punto respecto a octubre. Para el Gobierno, el ciudadano
que protesta se ha convertido en el Enemigo y, por tanto, hay que combatirlo.
¿Por qué ahora expresar libremente una opinión contraria a la dictada por el
poder va a tener represalias y sanciones tan graves? ¿Opinar libremente merece
un castigo? ¿Dónde están esos liberales que se amparan bajo el paraguas del PP?
¿Por qué no se queja Esperanza Aguirre de las consecuencias de esta ley
mordaza?
Tenemos miedo, pero no paramos
Y sí, quienes estamos
en la calle, participamos en centros sociales okupados, tomamos plazas y
parques, vamos a parar desahucios o practicamos escraches a los ladrones
mayores del Reino, los protegidos ahora por esta ley, tenemos miedo. Mucho
miedo. Pero gritamos que no lo tenemos para empoderarnos y para sentir el
respaldo del grupo. Somos totalmente conscientes de que nos van a reprimir con
multas impagables que pueden arruinar nuestras vidas. Sabemos que nos pueden
encerrar en prisión. Pero también sabemos que solo estando juntas y unidas
podremos acabar con este gobierno represor y dictatorial. Hay miedo, hay
tensión. Ver la cara de un antidisturbios enrabietado y con licencia casi para
matar, asusta. Ya no por la multa, sino porque puedes quedarte sin un ojo, ser
torturado o incluso morir, como le ocurrió a Íñigo Cabacas,
sin que ni siquiera haya culpables.
Por tanto, frenar
esta ley es responsabilidad de todos, incluso de esos liberales que tanto se enorgullecen
de serlo. Igual que desde hace meses hablamos de la privatización de la
sanidad, de la educación, de la subida del IVA o de la represión. Sin la lucha
conjunta, no hay nada que hacer. Y hasta ahora, se ha respondido, pero en focos
muy pequeños y con poca repercusión, pues el Gobierno ha seguido con su
rodillo. Nos estamos jugando perder unos derechos conquistados con muchos años
de lucha ciudadana. ¿Tanto miedo tienen los políticos a los ciudadanos? Parece
que sí, porque cualquiera que se adentre un poco en esta aberración elevada a
ley se dará cuenta de que para lo único que sirve es para amordazar a los
ciudadanos y para blindar a unos políticos que como único objetivo tienen el de
forrarse a costa del duro trabajo de los ciudadanos. No lo permitamos.
1 comentario:
Vaya parece los pp-eros siguen con su politica de izquierdas continuista de la de zETAparo. Han conseguido meternos en la unica lista negra en la que no nos consiguio meter el corrupsoe aunque lo intentaran con su politica de censura.
Por cierto parece que en esa lista negra ya estaban casi todos los paises de izquierdas de europa continental, curioso tambien. En fin que ahora somos mas de izquierdas que nunca, poco a poco los politicos siguen hundiendo al pais en su mierda
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