De
17:00 a 20:00 horas “no podrán emitirse programas clasificados como no
recomendados para menores de 13 años”
Las corridas de toros vuelven hoy a Televisión Española con la emisión a las 18:00 horas de la Feria de Valladolid,
seis años después de que la corporación pública decidiera dejar de emitir estos
eventos al entender que se trataba de contenidos violentos que vulneraban el
horario de protección infantil, que va de 6:00 a 22:00 horas.
Parece ser que al Gobierno del Partido
Popular le importa bien poco el Código deautorregulación sobre contenidos televisivos e infancia o la Ley de Comunicación Audivisual, que se elaboraron con
la intención de hacer compatible la libertad de expresión con el respeto a los
derechos de la personalidad, interdicción de la violencia, la discriminación y
la intolerancia y la protección de la infancia y la juventud. Además, y para
más inri, la emisión de la Feria de Valladolid (18:00 horas) coincide con el
horario de protección reforzada que, de lunes a viernes, se concentra en la
franja que va de 17:00 a 20:00 horas. Durante esta franja “no podrán emitirse
programas clasificados como no recomendados para menores de 13 años”. Y, aunque
los abogados de TVE no lo consideren así, matar a seis animales dentro de un
coso, con espada clavada en plena columna vertebral, no es una imagen apta para
menores de 13 años. ¿De verdad hay alguien que piense que esa violencia gratuita no puede influir en el desarrollo psíquico y moral de los niños y niñas?
Además, no me cabe duda de que muchos
de los padres y madres que se quejan ostentosamente de que series de dibujos
animados como The Simpsons o Shin Chan no son aptas para sus hijos son los mismos que ahora defienden la emisión de la “fiesta” nacional por la televisión pública. Tampoco
es de recibo que en países como Francia se cuestione la entrada a menores de 13
años, mientras que aquí se regale la entrada a las plazas a los menores de esa
edad. En España, ciudades como Mérida o comunidades como Galicia y Baleares (ambas gobernadas por el PP) han
restringido la entrada a los menores de 13 años a las plazas. Algo que también han decidido países como México o Venezuela. Por tanto, ¿qué
van a hacer hoy? ¿Desconectar por ley TVE de sus respectivas comunidades y
ciudades? Al menos, Cataluña, donde se han prohibido las corridas de toros, ya se ha pronunciado y ha pedido la desconexión
del canal durante la emisión del festejo taurino para emitir otros contenidos.
Parece ser que muchas de esas voces
que se quejaban de que las televisiones privadas se saltaban de vez en cuando
esta legislación, callan ahora que la televisión pública decide emitir
contenido violento explícito y sin ningún tipo de censura a la hora de máxima
protección. Se ve que muchos seguidores del Partido Popular son, a su vez,
seguidores de la violencia que se ejerce dentro de una plaza de toros. Para
ellos, siempre serán mucho más graves las escatológicas salidas de tono de ShinChan o Bart Simpson que ver en directo el sufrimiento y muerte de un animal.
Multitud de informes de psicólogos,
sociólogos y criminólogos (como
la carta del Dr. Kenneth Shapiro que firman 273 científicos más) demuestran
que existe un estrecho vínculo entre el maltrato a los animales y la violencia
de género, el maltrato infantil y otras formas de violencia interpersonal, cuya
prevención es de gran interés para la sociedad. Porque, no hay duda, de que los
maltratadores de animales, así como de los asistentes a este tipo de
espectáculos sangrantes y perniciosos, presentan una mayor probabilidad de ser
violentos con las personas y de cometer delitos comunes.
Pero, por desgracia, parece que
todavía hay muchas personas que no han aceptado ni asumido la lógica afirmación de la
escritora y Nobel de la Paz afroamericana Alice Walker: “Los animales no fueron
hechos para los humanos de la misma manera que los negros no fueron hechos para
los blancos o las mujeres para los hombres”.
Esta rotunda afirmación resume a la
perfección las grandes revoluciones éticas de la Humanidad: la igualdad entre
los seres humanos sin distinción del color de la piel, la no discriminación por
sexo, y la que, esperemos, será la revolución del tercer milenio: la no
discriminación en función de la especie. Pero, por desgracia, todavía quedan muchos neandertales por España que esta tarde sentarán a sus hijos e hijas frente al televisor para que 'disfruten' de semejante barbarie.
1 comentario:
La foto con la que cierras la entrada es muy impactante...
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