24 de junio de 2008

Y de optativa... ¡Francés!

Rectificar es de “humanos”, al igual que equivocarse. Y hoy quiero agarrarme a esa ventaja que nos otorga el refranero popular para solventar una metedura de pata que tuve hace unos días. Les pongo en antecedentes. Hace un par de semanas tuve el honor de presentar la revista Hermes. Para quienes no lo sepan, diré que a esa revista que publica anualmente el instituto “Azorín” le debo mucho, pues fue el trampolín desde el que me tiré al vacío con mi primer artículo de opinión hace ya más de seis años. Pero a lo que voy. Me pidieron si podía hacer un pequeño discurso para presentarla y, lógicamente, no pude decir que no. Una vez metido en harina, mientras hablaba de algunos de los magníficos artículos que en esta revista se publican, metí la gamba. Y lo digo sin rubor. Lo admito. ‘¿Y qué dijiste mentecato?’, se preguntarán. Pues hice algunas bromillas sobre el segundo idioma que se imparte en este instituto, el francés. Y no lo hice con ninguna malicia, todo lo contrario, más que nada fue a modo jocoso porque yo estudié francés durante seis años y mi relación con las profesoras es inmejorable. Entonces, me permití el lujo de sacar esa “socarronería típica del sur” que tenemos los yeclanos, sobre todo para sacarme de encima los nervios que me recorrían. El principal problema es que una vez hecha la broma (ya saben, eso de que no pueden competir con el inglés, que siempre estarán por detrás...) no me percaté de corregir esas afirmaciones y de hablar con claridad y sinceridad. Por tanto, me veo en la necesidad de hacerlo ahora, ya que se quedó todo un poco en el aire. Y es que muchas veces escuchamos a los alumnos, amigos míos algunos, preguntar que por qué tienen que estudiar francés si conociendo el inglés (cosa que tampoco pasa entre los jóvenes de Yecla) ya pueden llegar a todos sitios. Pues muy sencillo. En primer lugar, porque es casi una obligación para cualquier ciudadano conocer más de una lengua extranjera, al menos, como instrumento de integración social, cultural y laboral, sobre todo con el aumento de la competencia que existe actualmente tras la apertura de fronteras con el resto de Europa y la libre movilidad de mano de obra. Por tanto, la posibilidad que brindan actualmente los institutos de conocer una segunda lengua es una oportunidad que no se puede rechazar, y ahora con más razón, pues tengo entendido que el francés va a desaparecer de la Escuela de Idiomas de nuestra ciudad por falta de alumnado (complejo de cangrejos). Además, conocer una segunda lengua es una llave óptima para el futuro. Ahora que trabajo en un periódico centrado en la formación y en el empleo, puedo comprobar como en la mayoría de las ofertas el inglés es necesario y el francés cada vez más. Si hace unos años hablar idiomas equivalía a conocer inglés, hoy en día cada vez son más los puestos de trabajo que piden ambas lenguas. Debido a la globalización imperante que a todos nos engulle se están potenciando mucho las relaciones internacionales entre empresas, y cabe destacar que las relaciones comerciales con Francia son cada vez mayores, pues gran cantidad de multinacionales españolas están abriendo sedes en el país vecino.
Y tampoco podrán negarme que las relaciones e intercambios socioculturales que mantenemos con el país galo son mucho más fuertes que con otros países donde el inglés es lengua oficial. Creo que Isabel, mi ex profesora de francés, tenía mucha razón. ¿Por qué no empezamos a considerar al francés como una lengua de cultura? ¿No es hora de que lo entendamos como pieza clave para abrir las puertas del difícil mundo laboral? Los alumnos que aprenden francés se adentran de lleno en otra cultura diferente a la nuestra, y eso les enseña a ser más tolerantes y respetuosos. Por tanto, les pido a los jóvenes de Yecla, a esos que están dudando entre elegir una u otra optativa, que no se lo piensen. Yo estudié francés y gracias a eso he tenido muchas ventajas a la hora de conseguir un trabajo u otro. Y también se lo pido a los padres que se preocupan por sus hijos, sobre todos a los padres de esos chicos que pasan a tercero de la ESO, donde este idioma deja de ser asignatura obligatoria. Incítenles a seguir con el francés. Es una lengua importantísima, a la par que bonita y agradable. Además, sin percataros de ello, puede ser la llave que abra la puerta a vuestros hijos hacia un futuro prometedor.

Ya lo dijo Goethe, novelista, dramaturgo, poeta, científico, geólogo, botánico, anatomista, físico, historiador de ciencias, pintor, arquitecto, diseñador, economista, filósofo humanista y, durante diez años, funcionario del Estado alemán de Weimar:

Un hombre vale por tantos hombres como idiomas posea

Y si él pensaba así... por algo sería.

1 comentario:

begusa dijo...

monsieur, vous l'avez bien dit!
On vit dans un monde qui n'apprécie pas les langues... j'entends toujours les étudiants: "le français, ça sert à rien" "je sais pas pourquoi je dois l'étudier"... on n'a pas d'intérêt pour les autres...
on n'est pas conscients que l'apprentissage d'une langue implique l'apprentissage d'une autre culture, d'une autre manière de voir la vie... Est-ce qu'il y a quelque chose de mieux?
Jusqu'a quand va-t-on penser cela de "l'enfer c'est les autres"?
(maldita españa profunda) ;)

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