31 de enero de 2011

¿Por qué hay migraciones sur-norte?

Hace un par de días, mi amigo Toni Lajara, conocido como “Chipirón”, enlazó en su tablón de Facebook el resumen de una conferencia que el economista Arcadi Oliveros, profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona, ofreció en la Federación de Asociaciones de Inmigrantes del Vallés con motivo del Día Internacional del Inmigrante a finales del pasado año.


En la primera parte de esa conferencia, que es la que os enlazo al final, Oliveres expone sus motivos de por qué hay tantos flujos migratorios sur-norte. Sólo os voy a dejar algunos apuntes para que entendáis la rotundidad y claridad de sus afirmaciones. Tenéis que ver el vídeo.

Resumen de la conferencia de Oliveres

1. Según un informe del Senado de Estados Unidos, con el dinero que la petrolera Exxon-Mobil da a Guinea Ecuatorial por explotar sus yacimientos petrolíferos, cada ecuatoguineano, de los 500.000 que viven en el país, podría tener una renta per cápita anual superior a los 35.000 dólares y no de 500 como tienen ahora. ¿Quién roba el dinero? El presidente Obiang y sus allegados que, mediante sociedades pantalla, lo guardan, casi en exclusividad, en Madrid, en el Banco Santander.

2. “El mayor ladrón de todos fue Hassan II, el querido hermano de Juan Carlos I”. Según alega Oliveres, cuando murió tenía a su nombre en París más de 50.000 millones de dólares, es decir, dos veces y media más de la deuda externa de su país, Marruecos, que asciende a 20.000 millones de dólares.

3. Los países pobres han de hacer frente a la deuda externa, que supone el capital prestado más los intereses. “Esa cantidad es cinco o seis veces más grande que la ayuda al desarrollo que se envía desde el primer mundo”.

4. España recibe 900 millones de euros anuales en concepto de deuda externa a otros países subdesarrollados. Debería suprimirla. ¿Y de dónde podría obtener ese dinero? Según un estudio de la Pompeu Fabra, el fraude fiscal asciende en nuestro país a los 80.000 millones de euros al año.

5. Además de explotar económicamente a estos países, les ayudamos a que hagan la guerra. Se les alimenta de armas que se fabrican y se venden en el norte para que se sufra y se paguen en el sur. Además, el tráfico de armas es inversamente proporcional al tráfico de drogas, que se producen en el sur y se consumen en el norte. ¿Podemos sospechar que hay armas que se pagan con drogas y drogas que se pagan con armas?

6. España es el sexto país que más armas exporta al mundo y, según Intermon Oxfam, el segundo, detrás de Estados Unidos, que más munición vende a las guerras africanas.


Conclusión: Si pagamos mal a esos países, nos quedamos con sus recursos, les asfixiamos con una deuda externa abusiva y les damos armas para que se maten es lógico que sus ciudadanos no vivan bien. Y deciden salir de sus países a buscar un futuro mejor, pero no siempre con la misma suerte. Según el Ministerio del Interior, de 2006 a 2008 murieron en el mar, intentando superar el Estrecho o llegar a las Canarias, más de 12.000 personas, que se sepa, pues otras muchas estarán para siempre en el fondo del océano. 



30 de enero de 2011

Los indígenas que vencieron a la minera

A veces, hay motivos para creer. En el este de la India, en el estado de Odisha, los Dongria Kondh conforman un pueblo indígena experto en la vida en el campo. Se llaman así mismos jharnia, que significa “protector de los arroyos”, ya que cientos de corrientes de agua bajan por la montaña Niyamgiri, su dios sagrado. “Nosotros adoramos a los ríos, a las montañas, a los arroyos y los bosques, a nuestras casas y aldeas. Son nuestros dioses”.

Su economía se basa en la agricultura que cultivan en la falda del Niyamgiri. Además, la montaña les da fruta, bambú, caza, plantas medicinales y jugo de palmeras, la bebida que les mantiene fuertes. Hasta hace unos años, los dongria kondh han vivido tranquilos, en paz y armonía con sus dioses, con la naturaleza. En paz hasta que llegó la empresa minera Vedanta Resources, con base en Londres, y construyó una potente refinería a unos kilómetros del Niyamgiri, en la aldea de Lanjigarh.


La empresa llegó casi sin avisar. Los indígenas de Lanjigarh se opusieron a abandonar sus tierras y las excavadoras entraron de noche y sin avisar, destruyendo su poblado. Hoy, donde está la refinería, ya no brota el agua que antaño regaba los campos. Además, el polvo de la bauxita, el mineral que abunda en la montaña sagrada, se mezcla con el agua de pozos y arroyos. Los residuos de la refinería se vierten en grandes charcas y se filtran al subsuelo. “Todo está contaminado, quieren que nos vayamos. La gente tiene miedo, pero no nos vamos a mover de aquí”.

Aun así, los dongria no pensaban que el problema pudiera acrecentarse. Hasta que Vedanta decidió abrir una mina al aire libre en lo alto del Niyamgiri, la montaña sagrada. Hace un año, los indígenas se movilizaron y protagonizaron  el reportaje La Mina: historia de una montaña sagrada, (lo podéis ver al final del artículo) en el que solicitaban ayuda para que la empresa británica no acabara con su bien más preciado. “Si se llevan a Niyamgiri, moriremos. Perderemos nuestra alma. Estamos dispuestos a dar nuestras vidas por nuestro dios”. “No lo permitiremos, aunque nos corten la cabeza”.

Su voz se alzó con fuerza. Una campaña internacional de solidaridad, promovida por distintos frentes, consiguió el resultado esperado. La voz de los dongria kondh llegó a todos los rincones de Inglaterra y del mundo. El proyecto comenzó a recibir ataques sin precedentes. Los Gobiernos noruego y británico, la Iglesia de Inglaterra y organizaciones como Survival Internacional criticaron a la empresa y su ética. Su difícil situación llamó incluso la atención del director de Avatar, James Cameron, y los dongria son ahora conocidos como “los na’vi del mundo real”.

La lucha ha sido dura. Ha enfrentado a los 8.000 miembros de esta tribu indígena, casi todos analfabetos, con el poder de una empresa valorada en varios miles de millones de dólares y su fundador, el indio Anil Agarwal, con una fortuna que se estima en los seis mil millones de dólares. Los dongria kondh organizaron manifestaciones, cortaron las carreteras que estaba construyendo Vedanta en dirección a la montaña y dos de sus líderes fueron secuestrados y apaleados antes de ser puestos en libertad.

Pero  finalmente, su tesón ha tenido premio. Hace unos meses, el ministro de Medio Ambiente de India, Jairam Ramesh, bloqueó el proyecto para construir la mina de bauxita en la montaña sagrada. El ministro declaró que Vedanta mostraba un “escandaloso y flagrante desprecio por los derechos de los pueblos indígenas”. Además, cuestionó la legalidad de la refinería que funciona al pie de las montañas. Esta vez, los indígenas habían ganado. Pero, ¿cuántas derrotas silenciosas les quedan todavía por sufrir?

La Mina: historia de una montaña sagrada

29 de enero de 2011

Túnez, la dictadura "amiga"

Hace unos días, el periodista valenciano Pascual Serrano, al que os aconsejo encarecidamente leer, nos regaló en su blog un interesante artículo titulado: ¿Pero había una dictadura en Túnez?

“El ciudadano medio europeo nunca había oído ninguna queja del presidente tunecino, los medios no denunciaban que aquello fuera una dictadura, los parlamentos no aprobaban resoluciones de condena contra aquel gobierno, no se escuchaban acusaciones contra la falta de libertad de expresión en ese país. Incluso la ONU celebró una cumbre sobre el derecho a la información en su capital, en la capital de un país donde no se puede acceder a Youtube, pero nadie nos lo había contado”. 

Con este contundente párrafo da comienzo el artículo de Serrano. ¡Qué razón! Las dictaduras que se ven en televisión y a las que acusan continuamente tanto medios como gobiernos son las de Cuba, Venezuela, Bolivia o Bielorrusia, países donde, casualmente, hay regímenes o gobiernos de izquierda. Lógicamente no voy a defender casi ninguna de sus medidas, pero sí que me resulta hipócrita que sólo se tache de dictaduras a éstas y se obvien a aquellas de países sumisos a Occidente. Como dice Serrano, “no importa que haya observadores internacionales o no (en referencia a Venezuela o Bolivia). 

Los países sumisos a los gobiernos occidentales y las instituciones económicas internacionales nunca son acusados de dictaduras, aunque su presidente lleve décadas en el poder mediante elecciones donde los partidos de la oposición pueden existir siempre que pidan el voto para el presidente”. Es más, pueden “reprimir violentamente manifestaciones, prohibir sindicatos y periódicos, que nunca será noticia en nuestros medios de comunicación. Todo eso era Túnez con el gobierno de Ben Alí”. Un Ben Alí, que todavía sigue sin ser calificado de “dictador”, sino de mandatario, presidente, o “la persona que dirige el país desde hace 23 años”.

Y, citando de nuevo a Pascual Serrano, “es importante saber que el partido de Ben Alí, la Asamblea Constitucional Democrática pertenece a la Internacional Socialista, es decir, el club de los partidos socialdemócratas donde también se encuentran el PSOE, el Partido Laborista británico, el Partido Socialista Francés, o el Partido Nacional Democrático de otro dictador amigo, el egipcio Hosni Mubarak”, y que casualmente también está siendo noticia estos días porque, ¡atención!, parece ser otro dictador aunque nadie lo sabía.

Y sigue Pascual Serrano denunciando: El 14 de enero, antes de la caída del gobierno, el diario El País reproducía una noticia de apoyo titulada: “La UE celebra la decisión de Ben Alí”. Decía el texto que “la diplomacia de la UE ha celebrado hoy el anuncio de Ben Ali de no presentarse a una quinta reelección a la presidencia de Túnez en 2014”. Curiosa reacción la de los gobernantes europeos. Si Ben Alí no es un dictador y sus elecciones son limpias, ¿por qué no se puede volver a presentar a las elecciones? Y si es un dictador que se ha mantenido en el poder mediante fraudes electorales, ¿por qué lo aceptan en la Internacional Socialista? ¿Por qué deben esperar los tunecinos tres años más para quitarse la dictadura de encima e iniciar una democracia? ¿No será que la UE, como con tantos dictadores amigos, los da por amortizados cuando la paciencia de los ciudadanos que los sufren llega a su límite, los muertos se amontonan por decenas y entonces se hace necesario desmarcarse, dejarlos caer y pensar en un sustituto que parezca diferente pero que todo siga igual?

Después están las instituciones financieras internacionales. Esas sí que están contentas con los dictadores aunque su pueblo se esté muriendo de hambre y saliendo a las calles por las subidas de los precios de alimentos y servicios básicos. Así comienza el último informe sobre Túnez del Banco Mundial:

Dada la persistencia de las altas tasas de desempleo, sobre todo entre los profesionales universitarios, Túnez mejoró su competitividad general y aceleró el crecimiento económico con la ayuda de una serie de préstamos para políticas de desarrollo del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF). Desde fines de los noventa, el país se convirtió en una de las economías más competitivas e importantes de África. Entre 1996 y 2007, duplicó sus exportaciones de bienes y servicios.

En el medio siglo transcurrido desde la independencia, el país ha conseguido grandes avances económicos y sociales, entre ellos la cuadruplicación del producto interno bruto (PIB) per cápita y el aumento de la esperanza de vida hasta niveles cercanos a los del mundo desarrollado.

El buen desempeño económico se debe, en parte, a la creación –en 1971– de un sistema abierto al exterior para reducir el sesgo antiexportador inherente a la estricta política de substitución de las importaciones de los años sesenta. El país atrajo inversión extranjera directa (IED), se incorporó en las cadenas manufactureras mundiales y creó empleos en la industria del vestuario y en otros sectores fabriles.

Y, por último, subrayo su conclusión: Las dictaduras amigas no tienen ninguna dificultad en ser aceptadas por nuestros medios de comunicación, nuestros líderes e instituciones políticas europeas y, por supuesto, las instituciones financieras internacionales. Cuando escuchemos sus denuncias o halagos a otros gobernantes, no olvidemos la tabla de medir que usan y que han usado para el dictador tunecino.

27 de enero de 2011

La censura se impone en el norte de Italia

Parece ser que Italia sigue encerrándose en sí misma. A todos los problemas de corrupción política protagonizados por su esperpéntico presidente, amante de fiestas desmesuradas con menores de por medio, ahora hay que sumar una nueva y vergonzosa hazaña: la censura vuelve a la cuna del Imperio Romano.

Y es que según han publicado varios medios de comunicación, la región del Veneto, dirigida por el partido ultraconservador de la Lega Nord (Liga Norte), ha comenzado a censurar a los escritores que en 2004 manifestaron su apoyo a Cesare Battisti, un ex terrorista de los años del plomo italiano (finales de los 70’) y escritor italiano, condenado a cadena perpetua y que permanece arrestado en Brasil desde 2007. Battisti pertenecía entonces a los Proletarios Armados por el Comunismo y fue condenado por cuatro asesinatos, dos de ellos policías.

Battisti escapó de la prisión en Italia en 1981 (mientras esperaba su juicio), pasando a formar parte de la lista de los más buscados por la justicia italiana. Primero fue a parar a Francia, donde se inició como novelista, para recalar luego en Mexico y, más tarde, en Brasil. Allí fue arrestado en 2007 y el gobierno italiano pidió su extradición. Sin embargo, en 2010 el gobierno de Lula da Silva aceptó su petición de derecho de asilo político, algo que fue catalogado como ilegal por la Corte Suprema del país carioca.  

Los jueces señalaron que debería prevalecer el tratado de extradición, pero dejaron la decisión en manos del presidente. Lula da Silva, un día antes de ceder el puesto a la nueva presidenta brasileña, confirmó el derecho de asilo y negó la extradición a Italia, alegando que Battisti podría ser asesinado si volvía al país transalpino.

Pues bien, muchos políticos locales del Veneto están llevando a cabo propuestas e iniciativas para censurar los libros de estos escritores pro-Battisti, como se les conoce, en bibliotecas públicas y escuelas.  Es más, se les quiere impedir realizar eventos y difundir sus libros, y para ello están enviando cartas de recomendación a funcionarios públicos, bibliotecarios, directores de escuelas... La situación es cada vez más grave, ya que se está poniendo el caso Battisti como excusa, mientras que la represión se ha volcado contra otros muchos autores de izquierda, que no firmaron el manifiesto, en un claro ataque contra la libertad de pensamiento.
 
Poco a poco, están desapareciendo las obras de autores políticamente incómodos como Roberto Saviano, autor de Gomorra, libro que describe los negocios de la Camorra napolitana. “No queremos ninguna hoguera de libros. Simplemente invitamos a todas las escuelas del Veneto a que no adopten ni hagan leer o conservar en las bibliotecas los textos poco educativos de los autores que han firmado el llamamiento a favor de Cesare Battisti”, dice Elena Donazzan, asesora regional de Educación del Veneto.  

“Un boicot civil es lo mínimo que se puede pedir hacia intelectuales que desean la impunidad de un condenado por crímenes aberrantes”, añade. La cruzada iniciada por Donazzan llega después de la espantada del asesor cultural de la provincia de Venezia, Raffaele Speranzon, que dijo: “Fuera de las bibliotecas públicas todos estos autores”. Ahora es la asesora regional quien pide oficialmente la censura en las escuelas. A su lado, el presidente de la Región, Luca Zaia, que define la contienda Battisti como “abominable”. Y concluye: “Los delincuentes van a las galeras, no son liberados”.

Mientras tanto, varios bibliotecarios del Veneto han denunciado algunos casos de censura provenientes de la Lega, ya sea de forma encubierta o explícita. Los primeros libros desaconsejados, sobre todo, han sido los de Roberto Saviano. La persecución hacia el autor de Gomorra comenzó en los días posteriores a la emisión del programa Vieni via con me (vente conmigo), ofrecido por RAI3 en noviembre de 2010. Conducido a medias por el presentador Fabio Fazio y por Saviano, el programa fue un homenaje a la palabra y a la libertad de expresión y de crítica, y sorprendentemente batió todos los récords de audiencia.

La emisión, que tuvo como invitados especiales a Roberto Benigni y a Claudio Abbado, logró 7,6 millones de espectadores, convirtiéndolo en el programa más visto de RAI3 en los últimos diez años. En ese programa, Saviano cautivó a la audiencia con un monólogo sobre la “máquina de fango” que los medios de Silvio Berlusconi usan contra quienes osan criticar al primer ministro y denunció que “la democracia italiana está en peligro”.



Pocos días más tarde de la emisión, el dirigente de una biblioteca en la provincia de Treviso señaló que el alcalde de la Lega no quería que se mostraran libros de Saviano. Aprobaba que estuvieran en el catálogo de la biblioteca, pero que no se colocaran en las estanterías.

Todavía es difícil de prever cuáles serán los efectos reales que tendrá la petición que ha hecho el gobierno del Veneto en las escuelas. Carmela Palumbo, directora escolar saliente de la región, imagina que se trata de una simple “invitación cultural” sin efectos normativos o jurídicos. Por su parte, Giorgio Corà, director del instituto clásico Pigafetta de Vicenza, está convencido de que se trata más de una “provocación política” que de una voluntad real de censurar estos libros. “También es verdad que si en la biblioteca de mi escuela tuviera libros de estos autores, no los quitaría de la libre consulta. Los libros se conservan por su valor intrínseco, independientemente de las ideas políticas de sus autores”.  

Ahora, en primera línea contra los intelectuales pro-Battisti está la combativa Donazzan, que ha sido portada de las publicaciones regionales por haber decidido regalar a todos los escolares de la provincia una copia de la Biblia. “Un autor, un intelectual, lo es por eso que escribe. Este es su papel en la sociedad. Aquella petición a favor de Battisti no fue popular. Nos encontramos delante de un mensaje aberrante lanzado por algunos intelectuales, que se manifestaron a favor de un personaje que se ha manchado con los peores crímenes de sangre. La única cosa que podemos hacer es boicotear sus libros. Dejar de leerlos. No acogerlos ni en bibliotecas públicas ni en escuelas”. Así concluye una campaña política lanzada la pasada semana por dos exponentes del Pdl véneto (partido de Berlusconi), como iniciativa de solidaridad con sus colegas de la Lega Nord.

¿Hacia dónde va Italia? Censura, corrupción, escándalos... El año que estuve viviendo allí todo se veía turbio. Ahora, se ve totalmente negro. Espero que mis colegas italianos sepan cómo salir del atolladero. 

Fotos

1. Censura
2. Cesare Battisti
3. Roberto Saviano
4. Begnini y Saviano durante la emisión del programa
5. En verde, provincia del Véneto


26 de enero de 2011

La isla más pequeña del mundo y su espléndido faro

Hoy quería escribir sobre un tema curioso. Sobre algo de lo que, el 90% de los lectores del blog, no tuviera ni idea. Ni siquiera yo mismo. Así que me he puesto a investigar... y a pensar. ¿Sobre qué puedo escribir para que resulte ameno sin que sea un tostón? De pronto me he dicho... ¿La isla más grande del mundo? Groenlandia, está bien... pero ¿y la isla más pequeña? No, no es el islote Perejil. 

Según todos los indicios, la isla más pequeña del mundo, considerada como tal porque tiene una construcción humana y porque fue habitada, es la Roca del Obispo (Bishop Rock, en inglés) y se encuentra situada en las Islas Sorlingas (Isles of Scilly), frente a las costas del oeste de la península de Cornualles, en el suroeste de Reino Unido.

Pero sus 100-120 metros cuadrados (es decir, más o menos como piso y medio vuestro, tres y pico si vivís en un apartamento ofrecido por el desaparecido Ministerio de Vivienda) están meticulosamente aprovechados con un espléndido faro que se levanta orgulloso en el minúsculo y escarpado peñón.

La falta de iluminación de las Islas Scilly causó problemas en muchos barcos de la flota británica, que vigilaban las costas del país para evitar ataques extranjeros. Pero, sin duda, la mayor catástrofe en este pequeño archipiélago ocurrió el 22 de octubre de 1707, fecha recordada por esconder uno de los mayores desastres navales de la historia de Gran Bretaña.

En medio de una tormenta, cuatro barcos de la armada británica se estrellaron contra las costas rocosas de las islas Scilly. El número de marineros que perdió la vida nunca se supo con seguridad, aunque la cifra que se barajó entonces rondaba los 2.000 fallecidos. La flota estaba comandada por sir Cloudesley Shovell, comandante en jefe de la armada británica. La trayectoria de Shovell y su participación en numerosas batallas le habían convertido en un héroe popular en Gran Bretaña. Sin embargo ahora, tres siglos después, es recordado como el causante de una de las mayores tragedias de la historia naval británica.

Hay varias hipótesis que intentan explicar el motivo del accidente de la flota de sir Shovell, aunque todo apunta a que el comandante no interpretó correctamente la “longitud”, por lo que erró al calcular la posición correcta. La leyenda cuenta también que un marinero raso le advirtió del fallo que estaba cometiendo. Y Shovell, además de no hacerle caso, lo colgó del palo mayor por amotinarse.

Fue entonces, cuando la Casa de la Trinidad, corporación que desde 1514 se encarga en Reino Unido de controlar las aguas territoriales, de construir y vigilar los faros, las boyas, etc., decidió que era necesario mejorar la iluminación de las Scilly, que por entonces sólo contaban con un insuficiente faro en la isla de Santa Agnes, por lo que decidieron construir uno nuevo en la más rocosa y peligrosa de las islas: La Roca del Obispo.

James Walker, ingeniero jefe de la Casa de la Trinidad, se opuso a la construcción del faro como una sólida torre de granito, puesto que la superficie de la roca era demasiado pequeña y los elementos que se requerían para su construcción demasiado pesados, por lo que la fuerza del Atlántico no tardaría mucho en acabar por derrumbarlo. Walker demostró que la presión del viento excedía los 3.500 kilos de fuerza en más de 30 veces al año.

Por tanto, en 1847 se decidió emplear una innovadora técnica para la construcción de faros: la denominada como screw-pile, que sólo había sido utilizada diez años antes en el faro Maplin Sands, en la desembocadura del Támesis. Esta técnica consistía en hundir fuertes pilares de hierro en la roca y construir el faro encima, para que así las olas pudieran atravesar la estructura sin afectar a la construcción, algo que habría ocurrido si el faro hubiera comenzado a construirse directamente en el suelo. La obra, que costó 12.000 libras, se suspendió a finales de 1849 cuando sólo faltaba la instalación del aparato lumínico. Pero antes de que pudiera ser terminado, un huracán fulminó la estructura durante la tarde del 5 de febrero de 1850. 

No desalentado por el fracaso del primer faro, James Walker retomó la idea inicial de construir el faro mediante una torre de granito, basándose en construcciones anteriores como el faro de Smeaton, elevado a mediados del XVIII. Después de estudiar la superficie de la Roca del Obispo, escogió una pequeña pero sólida masa de piedra que ofrecía un diámetro de diez metros.

Las olas constantemente azotaban la superficie, tanto que tuvieron que idear una fórmula para que los bloques que formaban la base fueran colocados por debajo del nivel del mar para asegurar su estabilidad. Así que construyeron una presa alrededor de la superficie y el agua que se colaba se bombeaba hacia afuera, de modo que los albañiles pudieran trabajar siempre sobre piedra seca.

Cada bloque de granito, que pesaba entre una y dos toneladas, dificultó sobremanera la construcción. Los trabajadores fueron  alojados en un pequeño islote cercano y deshabitado. Allí se construyeron casas y talleres. Los hombres eran llevados y traídos al islote siempre que la climatología lo permitía. Los periodos de trabajo eran breves, por lo que el faro no vio la luz hasta siete años después de iniciar su construcción. Todo el granito que se usó para levantar el faro fue enviado desde el continente a la isla dormitorio. Ahí fue trabajado y numerado, antes de ser transportado a la Roca del Obispo.

Los 35 metros de altura de la torre inicial contenían 2.500 toneladas de granito revestido, que costaron casi 35.000 libras. El faro se iluminó por primera vez el 1 de septiembre de 1858. Pero unos cuantos años más tarde, una tormenta extremadamente fuerte provocó graves daños en su estructura.

En 1881, se inspeccionó detalladamente la torre y se detectaron fuertes daños en la débil estructura. Se decidió reforzar la torre y, al mismo tiempo, elevar el foco doce metros más. Aunque también es cierto que algunos ingenieros pensaron entonces que la única forma de salvar el faro era construir uno nuevo circundando al antiguo. Sin embargo, Mike Douglass, el ingeniero que asumió la reconstrucción, defendió que el problema principal estaba en los cimientos, por lo que optó por reforzarlos con bloques macizos de granito hundido en la roca y sostenidos por grandes tornillos.

Se construyó así una enorme base cilíndrica que funciona como un excelente parachoques ante la fuerza de las olas, que antes golpeaban directamente la base del faro. El peso del granito adicional se elevó a las 3.200 toneladas, por lo que el total alcanzó las 5.700. El trabajo de restauración fue concluido en 1887 y costó 66.000 libras. Su altura, que sólo pudo elevarse nueve metros más, alcanzó los 44 metros. 

La Roca del Obispo fue habitada hasta 1992. Fue entonces cuando se automatizó el faro y los últimos encargados abandonaron el islote. Hoy en día, el faro sigue funcionando perfectamente. 

25 de enero de 2011

A favor de la okupación pacífica (y II)

Aunque Madrid tiene gran cantidad de centros okupados, Barcelona es la capital del movimiento okupa en nuestro país. Sin duda, muchos de vosotros recordaréis el violento desalojo al que fueron sometidos por la Policía los okupas del antiguo cine Princesa en 1996. El documental que cierra este reportaje, comienza con un amplio resumen de lo que fue aquella lucha campal entre okupas y fuerzas de la policía. Impresionante. El ostentoso despliegue obligó a cortar el tráfico en la céntrica Via Laietana donde estaba ubicado el antiguo cine y en el que hoy se levanta un moderno edificio de oficinas alquilado en parte por la Administración catalana. La espectacularidad del desalojo y la desproporción de los medios utilizados por los agentes antidisturbios provocó una corriente social y popular favorable al movimiento okupa y desencadenó una serie de multitudinarias manifestaciones, donde participaron gran parte de los vecinos del barrio, algunas de las cuales terminaron violentamente.

¿Y sabéis qué? En 2003, la Audiencia de Barcelona absolvió a los 40 okupas detenidos esa noche porque la orden de desalojo la dictó un juzgado penal cuando debería haberlo hecho uno civil. Además, el edificio fue ocupado por los jóvenes seis meses antes de la entrada en vigor del nuevo código penal, cuando la ocupación pacífica de un recinto no era considerada un delito. Pues bien, hoy en Barcelona hay entre 70.000 y 80.000 viviendas vacías. De éstas, sólo están ocupadas el 0,08 por ciento. Es decir, entre 60 y 70. Y yo me pregunto, ¿por qué tratan a esos okupas como el problema y obvian el verdadero problema que tiene este país con el tema de la especulación del suelo y las viviendas vacías?

El diario Público, ofreció ayer un reportaje en el que asegura que el 50% de los pisos ocupados en Madrid en las últimas décadas “permanecen abandonados por sus dueños una vez que un juez ordenara el desalojo”. Aun así, hay administraciones que están tomando medidas contra los especuladores. Es el caso de Euskadi, que en su anteproyecto de ley de vivienda regula las casas desocupadas. “Los ayuntamientos podrán exigir a los dueños de inmuebles deshabitados durante más de dos años un canon anual”, recoge el texto.

Como bien recoge Público, el conflicto se agita cuando el acusado de especulación es la propia Administración. El Ayuntamiento de Madrid adquirió en 1991 un edificio en el número 20 de la calle Corredera Baja de San Pablo para uso ciudadano, como espacio social o como vivienda pública. Durante 20 años se esforzó en desalojar a cada vecino. Este edificio fue puesto en venta por diez millones de euros. La crisis ha obligado a bajarlo a cinco. Ni rastro de la vieja intención de adquisición para los vecinos. "Se trata de uso de dinero público para el disfrute económico de una empresa pública o privada", analiza Miguel Ángel Martínez, sociólogo de la Complutense. El colectivo Patio Maravillas entró por la puerta a este abandonado inmueble el pasado 5 de enero. "Queremos hacer un centro de investigación de lo público. Estamos sufriendo un expolio de la propiedad pública", explica Javier, uno de los activistas. Para llevar a cabo su proyecto, han contactado con ONG, asociaciones e incluso concejales.

El Patio Maravillas es la versión más social del movimiento okupa. Su objetivo es denunciar la especulación y reclamar más servicios ciudadanos. Hace justo un año fueron desalojados del abandonado edificio del número 8 de la calle del Acuerdo, propiedad de la inmobiliaria Grupo 2 Reunidos S. L., cuyo presidente es Leopoldo Arnaiz, diseñador del plan general de ordenación urbana de Boadilla del Monte, y citado en una denuncia del caso Gürtel. Tras el desalojo, los activistas anticapitalistas del Patio Maravillas se mudaron a dos céntricos inmuebles del ayuntamiento también abandonados.

Uno de esos espacios donde los okupas desarrollan actividades vecinales está situado en el número 21 de la calle del Pez y es propiedad de la inmobiliaria Procasa Promociones y obras S.A. desde 2006, cuando fue comprado a los herederos del marques de Murrieta Julián de Olivares y Bruguera por 11 millones de euros. Hasta la llegada del Patio Maravillas, hace justo un año, Procasa asociada en negocios inmobliarios con el imputado de la Gürtel Jacobo Gordon mantenía la casa abandonada.


El ejemplo de Roma

Como sabéis, hace cuatro años estuve de Erasmus en Roma. Allí, los centros sociales okupados y autogestionados están a la orden del día y son respetados por la administración pública y la autoridad competente. Espacios como el Forte Prenestino, okupado desde 1986, se han convertido en referentes de la actividad política y social de la ciudad. La autofinanciación es la única forma económica que ha sostenido y sostiene el centro social, situado en un antiguo fuerte militar del siglo XIX de más de 13 hectáreas. Para ello, centros okupados como el Fuerte Prenestino, el Villaggio Globale o la Intifada organizan actividades diariamente que atraen a cientos de personas. Tienen salas de conciertos, de cine, de teatro, laboratorios de serigrafía y diseño, de escultura y xilografía, de fotografía, gimnasio, salas de estudio, locales de ensayo para grupos, estudios de grabación, bares, discotecas...

Es decir, que estos centros sociales van mucho más allá de lo que significan en nuestro país. Recuerdo que el Villaggio Globale estaba franqueado por un inmenso parque lleno de mesas, árboles... donde podías sentarte cómodamente a hablar con los amigos, amén de varias salas con diferentes estilos de música, conciertos en directo... Además, en estos 20 años de historia de los centros sociales en Roma, su evolución ha sido constante. Algunos incluso han abandonado la autogestión por falta de recursos y han aceptado ayudas del Ayuntamiento para poder subsistir. Otros son subvencionados por partidos políticos... Es decir, que en vez de perseguir a estos okupas, se les ha apoyado y ayudado en la medida en que ellos han aceptado, pues cabe recordar que el primer objetivo de estos activistas es la autogestión del local okupado. Aun así, la Administración, entendiendo que su labor es muy provechosa y beneficiosa para la sociedad, ha optado por el apoyo y no por la persecución.

Tras este amplio reportaje, mi conclusión es clara: sí a la okupación con cabeza. Sí a la okupación pacífica. Si la única forma de contar en un barrio o ciudad con centros sociales tan activos como Patio Maravillas y el Ayuntamiento no es capaz de proporcionar medidas, ¿por qué no hacer uso de la okupación no violenta de un local? Ojalá alguna vez nuestros políticos vean aquí la solución y no el problema. Roma es el ejemplo.



Fotos
1. Cine Princesa durante su okupación
2. Concentración contra el desalojo del Patio Maravillas
3. Pancarta contra el desalojo de Patio Maravillas
4. Concierto del grupo español Boikot en Villaggio Globale de Roma

24 de enero de 2011

A favor de la okupación pacífica (I)

Hoy toca tema polémico. Hace un par de meses hubo revolución en mi barrio. A pocas calles de mi casa, un grupo de unos 25 jóvenes había “okupado” el antiguo mercado de Puerta Bonita de Carabanchel. Su intención: crear un centro social autogestionado que revitalizara el barrio.

Esta edificación, abierta en 1963, está cerrada desde abril de 2008, cuando se obligó a los comerciantes que quedaban a instalarse, después de pagar una alta suma, en el nuevo mercado de Puerta Bonita situado en el Palacio de Vistalegre, junto al Corte Inglés y el Hipercor. Hace unos meses, y ante los intentos de ocupación, el Ayuntamiento, propietario del antiguo inmueble, decidió tapiar la puerta de acceso y gran parte de los departamentos comerciales para que no se pudiera acceder al edificio. Tanto que, tras esta última ocupación, los jóvenes se encontraron con “dos de las tres plantas del mercado abarrotadas de escombros y con las paredes destrozadas”. Pero, ¿por qué han entrado? “Tras tanto tiempo en completo abandono, y teniendo en cuenta las incumplidas promesas que el Ayuntamiento ha hecho acerca del futuro ‘social’ de este inmueble, hemos decidido reabrirlo a través de la expropiación”, explica la asamblea okupa en un comunicado.

Además, como ya he comentado más arriba, los ‘okupas’ denuncian que para poder trasladarse al nuevo mercado, los vendedores tuvieron que pagar una gran cantidad de dinero, y por ello “ni la mitad de los antiguos puestos se mantienen en Vistalegre”. “Mucha gente perdió no sólo su trabajo, sino un lugar en su historia familiar, ya que los puestos llevaban alrededor de 30 años establecidos en este lugar”, concluyen.


Pues bien, el 9 de diciembre, apenas un mes después de la okupación, el Ayuntamiento dejó una nota en el mercado donde se les instaba a desalojar el local en un máximo de ocho días. El antiguo mercado estaba siendo limpiado, rehabilitado y acondicionado para poder desarrollar actividades sociales, y de hecho mucha gente del barrio se había acercado para informarse e incluso para ver en qué podían ayudar. Aunque hoy siguen en el local, apenas han podido dar comienzo a su iniciativa ante las presiones a las que están siendo sometidos.


Pincha aquí para leer el comunicado que leyeron a los vecinos


Unas calles más arriba, se encuentra el centro social okupado autogestionado La Gatonera. En enero de 2008, “como respuesta a la represión contra el movimiento okupa en Madrid, varios jóvenes de Carabanchel decidimos aportar nuestro granito de arena al movimiento okupando un edificio en desuso desde hace 15 años”. Además, rehabilitaron el edificio, lo limpiaron y lo recuperaron como “espacio liberado y alternativo para todos los vecinos del barrio, habilitando una biblioteca, talleres, proyecciones, charlas... desde una visión anticapitalista y autogestionada”.


Hoy, tres años después de la exitosa apertura de La Gatonera, y tras acudir varias veces al local para ver conciertos o participar en charlas y conferencias, puedo asegurar que este centro social okupado se ha convertido en todo un referente social en el barrio. Organizan talleres de manualidades, de música, de defensa personal, de pintura... Presentan libros, proyectan cortos y documentales, organizan comidas vecinales y cuentacuentos e incluso ayudan a los más pequeños del barrio con sus tareas del colegio. Además, potencian perfectamente esa biblioteca social y, por ejemplo, reparten libros de texto para el colegio entre aquellas familias más necesitadas, gracias a la cesión desinteresada de este material por parte de familias con niños más mayores.

Con estos breves ejemplos sólo quiero que os hagáis una pregunta, ¿es tan malo el movimiento okupa como nos intentan hacer creer instituciones y medios de comunicación?

El movimiento okupa es una subcultura surgida entre los años 60’ y 70’, pero que tomó fuerza en la década de 1980. En España creció debido a la demanda de vivienda que se había generado por la afluencia de la población rural hacia las ciudades.

Con estas “okupaciones” de viviendas y locales abandonados pretenden denunciar las dificultades sociales y económicas que tienen los ciudadanos, especialmente los jóvenes, para acceder a una 
vivienda. Algo que, irónicamente, se recoge como derecho fundamental de los españoles según el artículo 47 de la Constitución: “Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación”. Pues menos mal. Creo que una de las cosas en las que menos ha trabajado este Estado en los últimos 20 años ha sido en frenar la abusiva especulación del suelo. 

Aunque en un principio la ideología de esta subcultura se apoyó en el anarquismo y el punk, en los últimos años ha evolucionado hacia teorías como la igualdad social, el ecologismo, el antiimperialismo, el antifascismo o la defensa de los derechos de los trabajadores. En resumen, el movimiento okupa se resume en necesidad más protesta política. ¿Y por qué es tan perseguido? ¿Quizá porque atenta contra la propiedad privada que es el más básico de los pilares del sistema capitalista? El movimiento okupa lucha por una propiedad más repartida dando así un uso social a los locales ocupados. No se lucha por un beneficio propio ni con intereses lucrativos, sino que se reivindica un derecho de todos: el de la vivienda. Para los okupas, la democracia es un sistema infinito, que debe crecer, avanzar y transformarse. 


Puesto que el reportaje me ha quedado bastante largo, mañana, segunda entrega.

Y vosotros, ¿qué pensáis?

Fotos 1 y 2: Antiguo mercado Puerta Bonita tras la ocupación
Foto 3: La Gatonera
Foto 4: Símbolo del movimiento okupa
 
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