Hoy en día, no cabe duda de que la Asociación de Amigos de la Música tiene un peso relevante en la vida sociocultural de la ciudad de Yecla. Desde su fundación en 1974 hasta la actualidad muchos han sido los yeclanos, y no yeclanos, que han pasado a formar parte de esta gran familia que crece y crece con un único objetivo: disfrutar de este majestuoso arte. Pero si queremos remontarnos al origen de la Banda de Música de Yecla tenemos que viajar en el tiempo. Ir mucho más atrás. Situarnos en mitad del siglo XIX, como bien explica el escritor yeclano Alfonso Hernández Cutillas en el libro Música y músicos yeclanos, que ha publicado recientemente.
Y es que fue a mediados de 1800 cuando un grupo de músicos pertenecientes a la Capilla de la Iglesia de la Asunción, más conocida como Iglesia Vieja, decidió unirse para crear lo que, posteriormente, sería una banda de música con instrumentos de viento y percusión. Esa ilusión inicial dio sus frutos el 24 de septiembre de 1863, cuando el Ayuntamiento de la Villa autorizó al organista de la Iglesia Vieja, Matías Aliaga López, a enseñar música a los niños y niñas de nuestro pueblo. En 1870, el propio Matías Aliaga escribió un tratado de música titulado “Resumen musical en diez lecciones para poder cantar y tocar cualquier clase de instrumento”, un manual que serviría para que se formaran los primeros músicos que, al poco tiempo, fundarían la primera banda de música de nuestra ciudad. Se puede considerar así que el Maestro Aliaga fue el primer director que tuvo la banda de Yecla. La Banda Municipal de Yecla había nacido, y su primera mención oficial data de 1865, cuando el Ayuntamiento acordó la participación de este grupo de músicos ante la llegada a Yecla del Excmo. Sr. Obispo para la consagración de la Basílica de la Purísima, o Iglesia Nueva.
Pero la historia da para mucho más, pues esta Banda Municipal tuvo una prolongada vida, ya que desapareció definitivamente en 1959. Tras ésta, la Sociedad Unión Musical Santa Cecilia intentó tomar las riendas, pero sólo estuvo activa durante cinco años (1961-1965). Más tarde sería el Grupo Musical Yecla, que vivió de 1969 hasta 1974, año en que nació la actual Asociación de la mano del Maestro José Ortuño. Pero desde aquel lejano 1863 hasta hoy las bandas que han amenizado la vida de los yeclanos han vivido múltiples y variadas anécdotas. En el libro de Hernández Cutillas se recogen prácticamente todas, gracias a una ardua tarea de investigación histórica que ha servido para reconstruir la vida musical de nuestra ciudad. Asimismo, el autor se ha ayudado de decenas de testimonios de músicos y familiares que, además, han aportado un material fotográfico de valor incalculable. A su vez, la memoria, consejos y experiencias de Pedro Hernández Pérez, “el Torratero”, padre del autor, y con 73 años a las espaldas como músico en activo, han sido fundamentales para que este libro saliera a la luz, como bien explica Hernández Cutillas en los agradecimientos.
En definitiva, una obra de 430 páginas donde se recoge toda la trayectoria musical que ha existido en nuestra ciudad. Las bandas de música y los directores que las han dirigido, con mención especial para el Maestro José Ortuño; los músicos más relevantes que ha dado nuestra localidad, donde destacan el ilustre Juan Oliver y Astorga o el célebre tenor yeclano Julián Molina Mir, entre muchos otros. También merecen mención especial en el libro los distintos grupos y conjuntos yeclanos que, sobre todo en el siglo XX, amenizaron todo tipo de celebraciones. Desde la afamada Orquesta Alcey, que nació en 1939, hasta la recordada Little Band Orquestra, pasando por grupos como Los Bleytons, Vino Tinto, Presuntos Implicados o la Orquesta En Forma.
Un libro que no puede faltar en la librería de ningún yeclano, pues, antes o después, la música ha formado parte de la vida de todos. Quién no se ha emocionado al ver desfilar a la Banda de Yecla; quién no ha bailado al son de la Little Band; quién no ha escuchado alguna vez, aunque fuera de oídas, la importante trayectoria de algún que otro músico yeclano. Por fin, y tras muchos meses de arduo trabajo, Alfonso Hernández Cutillas ha conseguido unificar en un amplio volumen todo lo que ha significado la música para nuestra ciudad en la época contemporánea. Por una vez, y sin que sirva de precedente, desde la Asociación de Amigos de la Música piden que les lean, en vez de que les escuchen. La historia, merece la pena.
El libro Música y músicos yeclanos puede adquirirse en todas las librerías de la ciudad y también en las oficinas de la Escuela de Música, situada en la calle Hospital. También, llamando al 968752485 en horario de tarde. Y es que como bien dijo el filósofo griego Platón, allá por el siglo V a.C., “la música es para el alma, lo que la gimnasia para el cuerpo”.
5 comentarios:
como musico y periodista, que opinion tiene usted Sr. David del resto de la musica que se escucha en Yecla?
-semana santa y sus bandas
-grupos musicales?
cree usted que esto es un libro de musica y musicos yeclanos? o tan solo de la AAM?
Buenas tardes "Anónimo":
Perdón por el retraso en contestarle, pero he estado un poco liado. Como músico y como periodista he de decirle que estoy muy a favor de que la cultura musical se extienda a todos los ciudadanos y que cada uno, en su justa medida, pueda practicar este arte. Después, hay grandes diferencias. Del resto de bandas, como por ejemplo las de Semana Santa, hablamos de músicos con gran vocación, pero, excepto honrosas excepciones, con pocos conocimientos musicales. Ahora, están practicando música, están disfrutando de ella... ADELANTE. Aunque el solfeo es necesario. Y después están, por ejemplo, los grupos que montan muchos chavales. Siepre me han gustado, estoy a favor de que sigan adelante y de que se les dé más ayudas, pero ellos también tienen que mojarse más y organizar más actividades. Asimismo, creo que tienen que tomárselo más en serio, pues, por desgracia, han existido buenos grupos que han desparecido muy pronto porque alguno de sus componentes ha pasado del tema.
Por último, le diré que, si le echa un vistazo al libro, se centra en la música en Yecla. El único detalle es que en el XIX no había más música que la que hacía la Banda. Hasta 1939 no aparecerá un grupo diferente, que es la Orquesta Alcey que, casualmente, también está formada por músicos de la Banda. Y a día de hoy, creo, con todos mis respetos, ningún grupo de los que tienen 3 o 4 años de historia, o incluso 6 o 7, que no sé si habrá alguno, puede caber en un libro de estas características. Además, veo normal que se le dé más peso a la AAMY porque, primero, son los que ponen la pasta y, segundo, porque es la asociación que ha puesto siempre música a nuestra ciudad. Año tras año, mes a mes y día a día. Espero haber respondido a su pregunta. Si tiene alguna duda más...
ok, pregunta resuelta. perfecto Sr. Val
Sr. Cutillas, gracias por haber dedicado su tiempo (y supongo que su dinero, según está la literatura actual), para investigar a los músicos yeclanos.
Soy uno de los siete infantillos que formamos la primera escolanía de la Catedral de Murcia, DIRIGIDOS por D.Pedro Azorín Torregrosa. Estoy intentando confeccionar una recopilación de la historia de la Escolanía.
Esperaba que en google apareciera una biografía sobre el padre Azorín, ya que al parecer existe una calle a su nombre. No he encontrado nada.
Le rogaría que me aportara algún dato sobre este hombre de pro, tan olvidado de la historia de Murcia y del que pretendo interiorizar más en su pasado.
Mi nombre es Andrés-Tomás García. Mi correo electrónico es: estdor@hotmail.com.
Con gracias anticipadas, le saludo con mi máximo respeto.
Sí que es triste ver cómo Yecla y Murcia han olvidado a ese insigne hombre pleno de humanidad y de amor a la música.
Tuve la enorme suerte de convivir con él, como miembro de la Escolanía de la Catedral de Murcia, entre finales de los años 50 y mediados de los 60 del pasado siglo. Colaboré asiduamente como "apoyo" con el coro que él también dirigía en el primitivo Instituto Alfonso X El Sabio (ahora Licenciado Cascales) y tengo un recuerdo cariñosísimo de su persona: fue para mí como el padre que no tenía, me enseñó a amar la música (pasión que aún mantengo a mis 61 años) y me inculcó, junto con el entonces "maestro" de la escuela de la Escolanía, D. Pascual Pérez Cánovas, una concepción de la vida que ha sido para mí mi faro de orientación hasta estos días.
Sería muy grato para tantos "niños" como pasamos por esa Escuela-Escolanía poder recuperar para la historia el nombre de este gran hombre.
Publicar un comentario