En este
artículo, que no es mío, Irina cuenta cómo se desarrollan las ya tan
concurridas identificaciones policiales... y lo que ocurre después
Periódico Diagonal |
No sé si
sabéis que en Madrid está aumentando la represión. Supongo que sólo
tendréis conocimiento de ello si conocéis a gente que está militando. Los
medios de comunicación, ahora mismo, sólo se están haciendo eco de aquellas cosas
que son muy claras. Es decir, todas aquellas que implican violencia:
detenciones, golpes... Incluso, de estas, tampoco demasiado. Gente que reside
en Madrid no sabe que en Lavapiés hicieron una redada con helicóptero (si no
vives por el centro tampoco sabes que este sobrevuela la zona todo el rato, a
no ser que tengas twitter y sigas el perfil de "puto helicoptero") o
que dispararon hace nada al aire para detener a unos manteros.
Se hacen
menos eco de otras cosas, como el aumento de las identificaciones y la llegada
de sanciones administrativas de, mínimo, 300 euros. Os podría contar
situaciones muy bizarras, pero sería del estilo "pues yo conozco a
alguien"... Y, ante eso, siempre se puede pensar que "algo habrían
hecho", o que "esta chica está exagerando".
Lo que yo
os voy a contar me ha pasado a mí, Irina. En primera persona. Lo escribo y lo
difundo para que se sepa que esto existe. También se puede decir "quién la
manda", "eso pasa por ser militante", "ya lo sabía
yo". A veces, también me he dado esa excusa para no estar movilizada. De
natural, me considero bastante precavida (y miedosa). Más de cuarta fila que de
primer, de escribir y no estar en la calle.
¿Por
qué voy a Sol a algo que no es comprar?
El día 25
de abril hubo una acción, que desconocía. Se ha llamado "Toma el Metro. Yo
no sabía qué era. Me lo contaron cuando llegué a Madrid de Segovia, por encima.
Era por protestar por la subida de tarifas (supongo que ya lo estaréis notando,
yo sí, y todavía no han puesto lo de cobrarte por cada parada que suba de las
5). Consistía en parar los trenes. No pregunté cómo. Al día siguiente se dijo
que había sido sabotaje. Desde por la mañana estaba el miedo por Redes
Sociales. Parecía que habían detenido a gente en su domicilio. Yo no lo podía
creer. Se decía que había sido un periodista de un colectivo llamado
Fotogracción. Hablaba con una compañera mexicana que me decía que para entrar
en el domicilio, en México (sí, ese "país tercermundista" donde te
matan en cada esquina) hacía falta una orden tan judicial. Yo mantenía una
actitud entre "algo habrá hecho" y "¿realmente esto es una
democracia".
Casi al
final de la tarde del día 26 me enteré que también habían detenido a otras dos
personas en su domicilio. A una de ellas, la conocía. De esto que has tomado
cañas juntos, que te ha dejado un proyector, y poco más. Me parecía una buena
persona. En serio no creía que hubiera puesto en peligro a nadie. No le veía
como un terrorista. ¡Y habían ido a su casa, policías, a detenerle y llevarle a
una comisaria, en la que seguía! Empaticé, sentí miedo y quise mostrarle mi
solidaridad. Leyendo su testimonio y el de la compañera me siento orgullosa
de haberlo hecho. Quiero estar cerca de gente así. Por cierto, tienen
"orden de alejamiento" de Metro de Madrid.
Había una
concentración de apoyo el día 27 de abril. A las 20:00, en Sol. Llegamos por la calle Carretas hacia las 20:20. Creíamos que no
había nadie y que la habían desconvocado puesto que había mucha policía (dos
furgones UIP en la esquina de Carrera San Jerónimo, otros 3 donde KM. 0 o
Comunidad de Madrid, otro entre Mallorquina y C/ Mayor, otro en C/Carmen) y,
como ya habían hecho identificaciones masivas en otras ocasiones (recuerdo la
de los "Cafés Indignados", que aprovecharon que había poca gente que
se habían conocido en el Hotel Madrid, de todas las edades, para pedir
documentación a todo bicho viviente que pasaba por Sol y poner multas, aunque
estas, que yo sepa, sólo les ha llegado a gente movilizada, perro flautas,
vaya). Además, acababa de salir la noticia del endurecimiento del ¿Código
Penal? o algo así, que aumenta las penas por desobediencia y resistencia
pasiva.
Pensé que
habían decidido marchar por esto. En el grupo debatíamos sobre irnos a tomar
algo. Estábamos a punto cuando escuchamos cánticos junto a la cristalera de
Sol. Nos dirigimos allí, siguiendo a cuerpos de la UIP (antidisturbios) que
también iban. No con intención de cargar (no llevaban cascos)
Había más
gente mirando, de manera que me despisté de parte del grupo. Cuando flanqueé a
la gente, vi que estaban antidisturbios pidiendo documentación. No había
barrera policial por donde accedí, pero observé que sí parecía por el lado del
Rodilla. Una vez dentro, estuve saludando y preguntando a varias personas que
conocía qué pasaba, mirando cómo identificaban a gente. Me encontré con Amaya,
otra compañera.
Pensé que las
identificaciones no podían ser masivas, y que me amparaba el Art. 21 de la
Constitución Española (derecho de reunión si no hago nada malo) y se lo dije a
Amaya: no creía que pudieran identificar indiscriminadamente. Podéis ver un video de Youtube donde
se aprecia más o menos el panorama.
La
identificación
Estábamos
decidiendo qué hacer (buscar a la gente que estaba "fuera", ver qué
pasaba con la gente que estaba dentro) cuando se acercaron dos policías y
directamente nos pidieron el DNI. Sabemos todas las personas que cuando un
agente te pide identificación, estás en la obligación de dársela. Se lo dimos y
les preguntamos el motivo de la identificación. Irina, mientras hacía la
pregunta, se fijó en el número de identificación del agente (no se lo pidió
directamente) que sí llevaba puesto, así como su compañero. Con uno de ellos
mantuvimos una conversación que con un 70% de certeza fue así (esas cosas se
quedan grabadas, Irina las cuenta mucho dando detalles, y además tomé nota al
llegar a casa por si al final, como ha pasado, me llegaba multa):
Irina:
"¿Por qué nos piden el DNI?"
Agente: Porque
es una concentración no autorizada.
Amaya y el
agente: Pequeña conversación sobre que no es que fuera ilegal, sino que
simplemente había que comunicar la concentración y no se había hecho, que no
era un delito sino un tema administrativo pero que sólo es responsable quien
convoca la concentración, que no era nuestro caso.
Irina:
Entonces, "¿por esto me puede llegar una multa?".
Agente: No.
Indica que sólo a los organizadores y que identifican a la gente solamente por
si posteriormente hay disturbios.
El trato por
su parte es correcto y el tono relajado. Cuando pasa un hombre diciendo
"Los hijos de Franco han vuelto", se enfada algo y le dice que no se
pase, que eso es faltar el respeto.
Se centran en
el hombre para pedirle otros datos. Aquí también hay un momento curioso.
Hombre: ¿Por
qué me pide la documentación, si sólo pasaba por aquí, no venía a ninguna
concentración?
Agente: No, tú
estabas allí (señala la zona de la cristalera).
Hombre: Sí,
comiendo una mandarina.
Nos devuelven
documentación. EN NINGÚN MOMENTO NOS DICEN QUE NOS MARCHEMOS.
Como ya
estamos identificadas nos quedamos mostrando nuestro apoyo a las personas
represaliadas que es lo que hemos venido a hacer.
Se forma lo
que, parece, dos grupos. Unos, donde estamos nosotras, entre la cristalera del
Metro y el Rodilla, es donde siguen pidiendo un rato DNIs. Hay gente que indica
que les han pedido documentación varias veces. Otras nos dicen que no han sido
identificadas. Es "la lotería de la libreta" porque los agentes van
apuntando allí nuestros números de DNI.
Al otro lado,
en la rotonda, hay gente con la que veníamos. Hay dos hileras de antidisturbios
separando estos grupos. No sabemos si siguen pidiendo documentación o no. Yo
vacilé si hacíamos un "Soy capitán, soy capitán de un barco inglés, de un
barco inglés, y en cada puerto tengo una mujer. El calvo es, el calvo es,
fenomenal, fenomenal, y el canoso tampoco está mal...". Estaba demasiado
nerviosa, sólo lo dije, que esta gente impresiona
Empezamos a
cantar consignas. Por un lado, las que aparecen en el informe policial:
"Yo también tiré de la palanca" y "Libertad activistas
presos", así como "Libertad, libertad, detenidos por luchar";
con ellas pretendíamos visibilizar lo que estaba pasando y que se viera por qué
protestábamos. Por otro lado, como aparece en el informe, "Lo llaman
Democracia y no lo es" además de "Hola fondo Norte, hola fondo
Sur" y "No nos mires, únete"; con estas queríamos llamar la
atención sobre lo que estaba pasando, la desproporción policial, las identificaciones
arbitrarias y masivas y que había dos grupos diferenciados no se sabía muy bien
por qué (al otro lado, en la Rotonda, también hubo cánticos).
Cuando empezó
a oscurecer, y habiendo ya empezado a llover algo (saqué paraguas) volvimos a
preguntarnos si nos íbamos. Eran aproximadamente las 21:30. Dudábamos porque no
sabíamos si se podía pasar el cordón, si volvían a documentar, si estábamos
retenidas. Cuando empezamos a ver que se iba gente, y que no había violencia,
identificaciones ni increpaciones por parte de la UIP, decidimos salir a buscar
a la gente que ya nos había estado llamando y diciendo que se iban a un sitio
más guarecido.
Eran
aproximadamente las 22:00 cuando salimos de Sol, quedando todavía personas en
las inmediaciones y no habiéndose ido los coches policiales, aunque sí retirado
los agentes.
Kaosenlared.net |
Y te llega una
multa.
Primero, estás
nerviosa tras la identificación. Yo me sentía un poco ansiosa porque me
hubieran identificado y me fuera a llegar multa; me sentía también nerviosa por
qué dirían mis padres, si me apoyarían o no; sentía rabia por no poder apoyar
en la calle lo que consideraba justo; sentía miedo porque no sabía cómo
reaccionar cuando me llegar multa. ¿La pagaba? ¿Tendría dinero? ¿Dónde me llega
notificación?
Luego, vas
haciendo tu vida, pensando que, efectivamente, ¿cómo van a poner multas a tanta
gente? Te agarras a las palabras del agente, a lo que recuerdas de la
Constitución y del derecho de reunión en democracia...
Al final, dos
meses después, dicen que a la otra compañera le ha llegado una multa. La
maquinaria de preguntas y ¿sabías qué? se dispara:
- ¿Sabías qué... las multas te llegan a la dirección que tienes en el DNI, no a la del empadronamiento?
- ¿Sabías qué... el artículo 26 h es aquel que se llama de "desobediencia" y te pueden poner 300 euros de multa?
- ¿Sabías qué... el procedimiento administrativo tiene tres fases de alegaciones, y luego ya juicio?
- ¿Sabías qué... la Delegación del Gobierno está en la C/ García de Paredes, 65, en el metro Gregorio Marañón, y que tienes que ir allí para recoger el expediente policial y ver qué dicen en tu contra, para hacer bien las alegaciones, que puedes entregar allí en el plazo de 15 días sin contar domingos y festivos?
- ¿Sabías qué... si lees tu expediente policial, el informe del policía que dice qué has hecho, te vas a quedar flipando cuando leas que perteneces al famoso y peligroso "colectivo 15M", cuando sepas que informaron "individualmente" a las personas que no había sido comunicada y que debías abandonar el lugar, cosa que tú no has hecho porque te has hecho la sorda, siendo alguien mala y desobediente de la Ley?
- ¿Sabías qué... escriben las consignas que te hacen quedar peor?
- ¿Sabías qué... el agente que a ti te identificó te mintió pero que, como es un agente policial, su palabra vale más que la tuya?
- ¿Sabías qué... si incluyes declaración jurada de testigos, tiene que ir por duplicado, con firma original y fotocopia de DNI de testigos?
- ¿Sabías qué... de todos los documentos tienes que hacer dos copias, para que te sellen la primera hoja?
- ¿Sabías qué... hacer unas alegaciones no es tan fácil, a pesar de que sepas escribir bien?
¿Y ahora, qué hago?
Cuando me
identificaron, sentí unas cosas. Cuando me llegó la multa, otras. Mucha
tristeza, por verme en esta situación injusta; bastante rabia, que no sabes a
quién contar ni cómo sacar. No apetece ser una víctima, pero es que ¡es injusto
tener que pagar 300 euros por ir a una concentración de apoyo y gritar cosas!
¿A quién se lo dices, sin parecer Calimero? ¿Por qué no pasa nada por salir a
la calle a decir "España, España" cuando hay un acto de la selección
y sí por gritar "libertad, activistas presas"? Ah, porque uno está
comunicado y el otro no. Cada cual se de las respuestas que quiera.
Yo, lo que voy
a hacer, es presentar todas las alegaciones que pueda. Aunque me está costando
dinero, tiempo, molestias materiales y psicológicas. Este jueves iré con más
gente (en mi expediente policial dice que hay 150 personas, nunca sabré si
identificadas o no, porque por la "Ley de Protección de Datos" me
dijo la funcionaria que en la hoja que me daban, de filiación, sólo aparece mi
nombre) a entregar alegaciones a la Delegación del Gobierno.
Confiaré en la
justicia. Me entra risa floja al escribir esto. No, no confío ahora mismo en
ESTA justicia. Cada vez conozco a más gente identificada por nada, a gente que
ha pasado noche en comisaría por menos, a gente detenida y que sigue en cárcel.
Hace poco escribí un texto para apoyar
a una persona que conocía (de nuevo de vista, de nuevo de cañas) y que va a llevar
ya 14 días en la cárcel.
Por eso
escribo esto. Para que, aunque al final tenga que pagar 300 euros de multa,
esta no sea una historia que quede entre la gente "que militamos". En
los "enteradillos" que nos metemos en "unas cosas"... Que
somos "unos vagos" y que no queremos trabajar. Escribo esto para que
sirva para movilizar a más gente, para que se sepa, en primera persona, que a
una mujer que conoces le han puesto una sanción de 300 euros, complicándole la
vida más de lo que ya la tenía, simplemente porque tuvo el impulso solidario de
apoyar a otra que pedía que, cada vez que cogieras el metro, pudieras pensar en
lo que ibas a comer después y no en qué más ibas a endeudar.
Un bezote
fuerte. Si queréis hacer difusión mediante enlace de la historia, la he subido a una red social distinta a Facebook que se llama
N-1 y que no cotiza en bolsa
Irina.
Irina.
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