
Los expertos advierten de que los niveles de polución que se están alcanzando suponen un riesgo grave para la salud, la Unión Europea los califica directamente de “ilegales”, pero el alcalde Gallardón asegura que la contaminación que se registra estos días en la capital se consideraba “normal” hace cinco años y está “muy lejos de los niveles de alerta”. Aun así, y según datos de la Comisión Europea, la contaminación atmosférica provoca actualmente unas 370.000 muertes prematuras en la Unión Europea, unas 16.000 en España.
¿Y qué se hace para evitarlo? Nada. Absolutamente nada. Anoche, Buenafuente emitió un vídeo imitando el nuevo spot de Coca Cola. Sus afirmaciones, esclarecedoras: “Por cada político que pide que usemos el transporte público, salen 30.000 coches oficiales a la calle” o “se multa más por contaminar con un cigarrillo que con una central nuclear”. En Madrid las políticas de movilidad sostenible no existen. Nadie usa la bicicleta y ni siquiera hay servicio de alquiler como existe en otras ciudades españolas y europeas. Los transportes públicos casi siempre van a rebosar y los ciudadanos siguen usando el coche como si les fuera la vida en ello.
Y a Gallardón lo único que se le ocurre es pedir a los ciudadanos que usen más el transporte público y pedir al Gobierno de España que no siga bonificando los coches diesel, los más contaminantes, ya que “esta política lo que haces es contribuir de forma muy importante a que las ciudades no alcancen los niveles de aire limpio que marca la UE”.
La confederación de Ecologistas en Acción pide soluciones al alcalde. Pero éste hace oídos sordos. Las medidas no pueden improvisarse en un día, sino que deben prepararse con antelación suficiente. El Ayuntamiento debería tener preparados protocolos previos o planes de calidad del aire para cuando se superen los niveles máximos de contaminación permitidos, tener bien informada a la población y ponerlos en marcha de forma inmediata.

Es más, según datos de Europa Press de esta misma mañana, la circulación en la zona urbana (interior de la M-30) ha aumentado en hora punta (entre las 7:00 y las 10:00 horas) un 0,27 por ciento respecto a ayer y un 0,50 por ciento respecto a la jornada del lunes. En cuanto al tráfico en la propia M-30 (descubierta), se ha reducido el tráfico un 0,33 por ciento respecto a ayer martes, pero ha aumentado un 0,66 por ciento en comparación con los datos registrados el lunes.
Personalmente, me parece indignante la autocomplacencia de Gallardón y de su ministra de Medio Ambiente, la señora Ana Botella en un tema que afecta directamente a la salud pública. La ley dice claramente, según Ecologistas en Acción, que tiene que haber protocolos y planes de actuación a corto plazo para poder actuar de forma inmediata, pero no hay nada.
El 75 por ciento de la contaminación proviene del tráfico, por lo que habría que reducir el tráfico con medida a corto plazo. ¿Cómo se consigue eso? Restringiendo el acceso al interior de la M-30 y cerrando carriles. Pero eso no puede improvisarse de un día para otros, ya que crearía el caos en la ciudad. Hay que avisarlo y tener un protocolo de actuación para que la gente sepa con antelación que no puede venir con su coche a Madrid.
Gallardón contra la polución

El 9 de febrero de 2006, el alcalde se comprometió a vetar la entrada de los coches más contaminantes al centro de Madrid para 2008. No lo cumplió. En el año 2008, la concejala ‘ecologista’ Ana Botella anunció que esta medida arrancaría en 2010. Tampoco lo cumplió. Dicen que para el próximo mandato. Habrá que verlo.
Y sigue Escolar: Pero no hablemos sólo de lo que no ha hecho el alcalde para quitarnos la boina de mierda que enferma Madrid. Más allá de peatonalizar algunas calles y renovar la flota de autobuses, las medidas estrellas de Gallardón contra la polución son cinco:
1. Cambiar los medidores de sitio y alejarlos de las zonas más sucias. Según Esperanza Aguirre, presidente de la Comunidad, se cambiaron porque estaban situados “en sitios con niveles más altos de contaminación, por lo que se ubicaron en zonas con contaminación más representativa”. Casualmente, los índices registrados bajaron de inmediato un 20% pero, a pesar de ello, se seguían incumpliendo los máximos que marca la UE.
2. Renovar la flota de vehículos del Ayuntamiento por modelos híbridos de bajo consumo. Medida que apenas se ha notado en los niveles de polución.
3. Un descuento del 75% en el impuesto de circulación para los coches eléctricos. Una increíble exención de la que se benefician dos coches –¡dos!– de los 1.740.000 que hay en Madrid.
4. Animar a los madrileños a que usen el transporte público. Sin ningún éxito, como ya demostré más arriba.
5. Cómo no: culpar a Zapatero de la contaminación.
En definitiva, que mientras la señora Botella y el señor Gallardón obvian el problema, nosotros, los sufridos ciudadanos, seguimos respirando mierda. Ni se han creado las prometidas ZEB (Zonas de Emisión Baja) para vetar a los coches más contaminantes al centro de Madrid ni se han tomado las medidas que exige la UE. Lo único que ha hecho Ana Botella ha sido pedir una moratoria a Europa de cinco años más para llegar a los límites exigidos en 2010... Vergonzoso.

Y mientras tanto, Gallardón sigue echando la culpa a ZP. Qué país y qué ciudad más ridículos. Cada vez lo tengo más claro: en junio diré bye, bye Madrid. Y durante un tiempo espero que también bye, bye Spain. Con lo bien que se respira en Córdoba...
4 comentarios:
Yo alucino, amigo, no soy de Madrid, pero está claro que si la mayor parte de la contaminación proviene de los coches y las calefacciones... entonces los culpables son los mismos habitantes de la ciudad.
Sí, pero son los políticos quienes tienen que adecuar los niveles de contaminación a la normativa exigida por la Unión Europea. Y ni Gallardón ni Ana Botella han hecho nada por ajustar esos niveles.
No me gusta que se politiquice cada cosa que no nos gusta de Madrid. Es cierto que no es normal el nivel de contaminación que hay en Madrid, y que los primeros culpables somos nosotros,los propios ciudadanos de Madrid, que no nos concienciamos, por muchos que nos lo digan. Es mejor ir en coche a todas partes, calentito en invierno y fresquito en verano, pero hay que ser un poco menos cómodos y mirar un poco más por nuestro medio ambiente. Los políticos tienen en sus manos el dinero para poner en marcha proyectos y soluciones, pero, has de saber que es muy complicado.
Estoy a favor de limitar la entrada de coches en el centro, como en algunos paises europeos, por ejemplo.
Claro, la culpa es de los ciudadanos, no de los políticos que usan su demagogia barata para decirnos que usemos el transporte público y que, por otro lado, no paren de subir los precios del abono transporte, del metrobús, etc....
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